Presidencia irlandesa y Eurocámara logran acuerdo final sobre presupuesto 2014-2020

La presidencia irlandesa de la UE y los representantes de la Eurocámara han alcanzado este miércoles, tras semanas de negociaciones y desencuentros, un acuerdo final sobre un presupuesto comunitario de 960.000 millones de euros para el periodo 2014-2020.

El compromiso debe ser todavía ratificado por los Gobiernos de los Veintisiete y por el pleno del Parlamento Europeo.

El acuerdo no aumenta la cifra inicial pactada por los líderes europeos el pasado 8 de febrero, pese a que la Eurocámara la había tachado de insuficiente. Como contrapartida, el Parlamento ha logrado introducir una cláusula de revisión en 2016 y flexibilidad para que el dinero sobrante de un año pueda gastarse el siguiente.

"Es un día muy bueno para Europa", ha dicho el viceprimer ministro irlandés, Eamon Gilmore, tras una maratoniana jornada final de negociaciones que ha durado más de 24 horas. "Se trata de una gran cantidad de dinero, 960.000 millones de euros, alrededor de cuatro o cinco veces el Plan Marshall", ha resaltado, y se ha mostrado convencido de que servirá para impulsar el crecimiento y el empleo en la UE.

Según el acuerdo alcanzado entre el Parlamento y la presidencia irlandesa, la Comisión Europea queda obligada a presentar antes de que acabe el año 2016 una propuesta de revisión del presupuesto de la UE que tenga en cuenta la situación económica y las perspectivas de crecimiento en ese momento.

Además, se aumenta la flexibilidad para permitir el máximo uso del dinero contemplado en las perspectivas financieras. Finalmente, a petición de la Eurocámara, se creará un grupo de expertos con representantes del Parlamento, la Comisión y los Gobiernos que estudiará cómo crear un sistema de recursos propios para financiar la UE.

El presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020 asciende a 960.000 millones de euros, cifra un 3% inferior al marco financiero actual. Pero además, el nivel de pagos se ha reducido a 908.000 millones de euros. Por primera vez se reduce el presupuesto comunitario debido a la presión de los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido y Alemania, que exigieron aplicar a la UE la austeridad que se pide a los Estados miembros.

La principal novedad es que se crea el fondo contra el paro juvenil, dotado con 6.000 millones de euros, y Bruselas quiere que el gasto se concentre en 2014 y 2015.

España seguirá siendo receptor neto de ayudas europeas, mejorando las expectativas que manejaba el propio Gobierno de Mariano Rajoy al principio de las negociaciones, con un saldo positivo de al menos el 0,15% del PIB, según Moncloa.