Teherán solicita la expulsión inmediata de los miembros del PMOI residentes en el Camp Liberty
EUROPA PRESS
03/04/201306:37 h."En base a los acuerdos existentes, el PMOI --también conocido como MEK-- ha de abandonar territorio iraquí lo antes posible", ha manifestado Moslehi, según ha informado la cadena de televisión iraní Press TV.
Asimismo, ha resaltado que la formación "únicamente ha cometido actos de sedición contra Irak y otros países de la región", al tiempo que ha alabado a las fuerzas de seguridad iraquíes por sus acciones para mantener la estabilidad en el país.
El PMOI es la principal organización del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI), el Parlamento en el exilio de la Resistencia de Irán, fundado en Francia en 1981.
El grupo, considerado como una organización terrorista por Irán y excluido de su lista de grupos terroristas por Estados Unidos en septiembre del año pasado, aboga por el derrocamiento del actual gobierno iraní y ha lanzado múltiples ataques armados contra el país en las últimas décadas.
El PMOI participó activamente en la revolución iraní de 1973 y llevaron a cabo diversos ataques a edificios del gobierno, robo de bancos, asesinatos a funcionarios importantes y secuestro de extranjeros. Durante dicha época, el grupo mantuvo un discurso islamista chií mezclado con una adaptación de la ideología marxista revolucionaria.
Sin embargo, poco después del éxito de la revolución, las nuevas autoridades comenzaron a perseguir al PMOI, que se distanció políticamente del Gobierno. En 1986, Masud Rajavi alcanzó un pacto con el entonces presidente de Irak, Sadam Hussein, en ese momento en guerra contra Irán, lo que terminó de distanciar las posturas.
Durante el conflicto entre Irán e Irak, el PMOI participó del lado iraquí y lanzó ataques contra territorio iraní, lo que fue utilizado por Teherán para lanzar una campaña contra el grupo y reducir su apoyo social en el interior del país.
Pese a que Irak proporcionó cobertura al PMOI y respaldó sus ataques contra Irán, la caída de Hussein y la llegada al poder de Nuri al Maliki cambió su situación en Irak, ya que desde entonces pasaron a ser vistos como una organización terrorista. Desde entonces Bagdad ha solicitado la expulsión del grupo del país, algo que no se ha llevado a cabo debido el respaldo de Washington al grupo, en el marco de su política de alianzas contra Irán.
En los últimos meses, los residentes del Camp Liberty se han quejado en numerosas ocasiones de las condiciones de habitabilidad de la antigua base y han solicitado su retorno al Campamento Ashraf o su recolocación en Estados Unidos, ante el temor de que Al Maliki decida expulsarlos y enviarlos de vuelta a Irán, donde se exponen a sufrir torturas o ser ejecutados.
En febrero, un ataque con morteros contra el campamento se saldó con la muerte de nueve personas y varios heridos. El NCRI criticó entonces duramente al enviado especial de Naciones Unidas a Irak, Martin Kobler, por su "inactividad" frente a dicho suceso.