La historia de Anastasiia, una refugiada que huyó de Ucrania y dejó atrás a su prometido tras la invasión rusa
Anastasiia Novitska se iba a casar con su prometido días después de que estallase la guerra y ahora ha tenido que huir de Ucrania
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Onceavo día de guerra en Ucrania. Desde hace 11 días, el ejército ruso continúa su cruel estrategia para hacerse con el control de toda Ucrania. Desde que los militares de Putin decidiesen invadir el país ucraniano, miles de refugiados han tenido que huir del país invadidos por el miedo y por el horror. Una de ellas ha sido Anastasiia Novitska.
Esta joven ucraniana que ha conseguido salir del país ha concedido una entrevista al medio internacional 'ABC News Live' donde relata cómo fueron los últimos días de paz en su país y los posteriores días desde que comenzase la violencia perpetrada por los rusos.
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La joven relata a la cadena de televisión que tuvo que huir de su casa días antes de casarse con su prometido. Anastasiia Novitska y su novio estaban preparando todos los detalles de su boda. Sin embargo, la decisión de Putin de invadir su país lo truncó todo.
Los invitados ya se habían desplazado hasta la zona donde se iba a celebrar el evento romántico, los novios tenían reservado el restaurante donde se llevaría a cabo el convite y Anastasiia Novitska contaba con su deseado vestido de novia. Ella misma comenta al medio de comunicación el giro de 180 grados que ha sufrido en su vida en menos de quince días: "Básicamente, mi vida fue destruida en una sola noche".
"Estábamos preparando todo para la boda, ya empezamos a decorar el salón, todos los invitados estaban reservados, algunos ya estaban en la ciudad esperando el día de la boda y cuando me desperté temprano en la mañana me di cuenta que, lamentablemente, ya no iba a suceder", lamenta la joven ucraniana.
Al ver el avance del ejército ruso, la pareja que se iba a casar tomó la difícil decisión: Anastasiia Novitska dejaría el país y, mientras, su novio se quedaría en Ucrania ya que los hombres no podían huir como refugiados.
Ahora, la joven ucraniana ha dejado atrás su país y se comunica con su prometido a través de breves llamadas de teléfono y mensajes de texto.