El disidente chino Ai Weiwei dejará Berlín por la barrera del idioma y la falta de sol

"Las razones por las que estoy buscando otro lugar son simples. La primera es la barrera idiomática. La segunda, que los inviernos de Berlín son largos y con el tiempo que me queda prefiero un lugar en el que pueda disfrutar de más sol", ha dicho.

Ai, un renombrado artista que ha usado su obra para criticar al Gobierno chino, ha confesado que "nunca" se ha sentido como en casa, ni en Berlín ni en su propio país, donde fue detenido en 2011 durante 81 días sin que se le llegara a acusar de delito alguno.

Ai, de 60 años de edad, se instaló en Berlín en 2015, inmediatamente después de que las autoridades chinas le devolviesen el pasaporte. Abrió un estudio en el edificio de una antigua cervecería y dio clase como docente invitado en la Universidad de las Artes.

"Berlín me dio la posibilidad de reorientarme. Mi estudio y la falta de conocimiento de la lengua alemana me ayudaron a tener la soledad necesaria para mi trabajo", ha contado. "Mi estudio en Berlín siempre será mi base en Europa. Nunca lo cerraré", ha aclarado.

Interrogado sobre a dónde se dirigirá ahora, ha asegurado que todavía no ha decidido cuál será su próxima ciudad. "Sea cual fuere el lugar en el que me instale, tampoco será mi hogar, sino una elección necesaria en esta travesía", ha declarado.