La economía brasileña caerá un 3,1% este año, según los analistas

Las previsiones para el año que viene también empeoran, y si la semana anterior la expectativa fue de -1,51 por ciento, ahora ya está en el -1,90 por ciento, mientras que el control de la inflación, otro de los principales retos del Gobierno, sigue siendo un desafío.

Para este año la previsión es terminar con 9,99 por ciento, aunque si se consolida la tendencia 2015 podría concluir con una tasa de dos dígitos, algo que no ocurría desde 2003, cuando el mercado reaccionó con nerviosismo a la primera victoria electoral del Partido de los Trabajadores (PT).

Para 2016 se espera que la inflación baje considerablemente y se quede en el 6,47 por ciento, con lo que ya entraría dentro de los objetivos oficiales, ya que el Banco Central considera deseable una inflación del 4,5 por ciento, con dos puntos porcentuales de tolerancia por arriba y por abajo.

Al margen de las previsiones del Banco Central diversos agentes externos, como las agencias de calificación de riesgo o el Fondo Monetario Internacional (FMI) han alertado en las últimas semanas de que las previsiones no dejarán de empeorar si el Gobierno no es capaz de sacar adelante su propuesta de ajuste fiscal, bloqueada por la crisis política que atraviesa el país.