Las labores de limpieza de las proximidades de Notre Dame comienzan cuatro meses después del incendio
El proceso consistirá en la limpieza de 10.200 m2 afectados en las proximidades por el incendio
Se aspirará la suciedad del suelo, para después cubrirlo con un producto tensioactivo y fnalmente enjuagarlo con alta presión
La tensión aumentó entre los residentes cuando se registraron 70 mg/plomo en dos escuelas cercanas a la catedral
Casi 120 días después de aquel fatídico incendio el 15 de abril en la Catedral de Notre Dame en París (Francia), los operarios han comenzado a retirar las toneladas de plomo que se almacenaron en el alrededor de la estructura francesa. Una operación que está prevista que dure hasta el próximo 23 de agosto y que permitirá desincrustar las partículas procedentes del techo y la aguja del edificio gótico cuando se derritieron.
Este martes ha empezado el proceso de limpieza por la calle de la Cité, en pleno corazón de París, que ha sido cerrada a los transeúntes y a la circulación de vehículos. Junto a ella serán 10.200 m² los que se descontaminarán mediante una serie de técnicas de pavimentación.
MÁS
El proceso consiste en aspirar la suciedad del suelo, después cubrirlo con un producto tensioactivo para más tarde utilizar una manguera de alta presión y enjuagar el suelo. Según ha confirmado el medio local 'France 24', se aplicará un gel especial en ciertos tipos de piedras más eficaz a la hora de retirar partículas nocivas.
Altas concentraciones de plomo localizadas en dos colegios próximos
Los vecinos de las proximidades y comercios se encuentran satisfechos de que hayan comenzado, aunque "tarde", estas actividades de limpieza ya que se registraron niveles peligrosos de plomo con 70 mg/plomo en dos escuelas cercanas a la catedral que acogían a 180 niños para cursos de verano.
Los temores de salud provocaron también el mes pasado la suspensión de las obras de renovación para que se revisasen las reglas de precaución para los trabajadores. Ahora, una vez comenzada las labores de regeneración, el eje de la cuestión ronda en torno a la calidad de recuperación del edificio así como el tiempo invertido en ello. Algo que desde el punto de vista del presidente de Francia, Emmanuel Macron, podría "solventarse en cinco años", antes de Juegos Olímpicos de París de 2024.