Absueltos 13 'okupas' que montaron un centro social en una vivienda embargada en la 'operación Malaya'

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la casa situada en la calle Atocha de Madrid estaba siendo empleada para organizar actividades lúdicas como talleres de teatro, ocupacionales, reuniones y otro tipo de actividades similares.

La Fiscalía solicitaba para los acusados la imposición de una multa de 90.000 euros por la comisión de delitos de usurpación y daños. Por su parte, la acusación particular ejercida por la mercantil dueña del edificio pedía 127.000 euros.

No obstante, el juez Ricardo Rodríguez ha considerado que no ha quedado acreditado que los acusados estuvieran residiendo en la propiedad. Destaca las declaraciones de distintos testigos que apuntaron que los ocupantes eran "itinerantes" y que en el edificio se hacían actividades de carácter social.

Uno de los testigos de la defensa concretó durante el juicio que el día en que se produjo el desalojo, en diciembre de 2008, había 13 personas en el interior porque habían organizado turno de permanencia para evitar el desalojo. "La finalidad era dotar de oferta cultural al barrio madrileño de Las Letras", añadió.

DAÑOS

La sentencia se refiere también a los "daños vandálicos" provocados en la propiedad --en paredes, chimeneas o puertas-- pero concreta que en los casi 10 meses en que estuvo ocupada estuvieron dentro "centenares de personas" por lo que no hay modo de saber quienes fueron los autores de los desperfectos.

El magistrado destaca que no ha quedado acreditado que los acusados durmieran en el edificio, que los enseres encontrados fueran suyos o de otros. "Tampoco ha quedado acreditado que los acusados vivieran allí", insiste.

El abogado de los acusados, Endika Zukuela, ha recordado en declaraciones a Europa Press que la ocupación con fines cívicos no constituye delito. "Los centros sociales no delinquen", ha dicho.