Clinton pide reformas para que el cambio en los países árabes no sea un "espejismo"

"Por primera vez en décadas, hay una oportunidad real para un cambio duradero", dijo la secretaria de Estado durante el US-Islamic World Forum que se celebra esta semana en Washington.

Clinton señaló que esta la situación que se vive en el mundo árabe tras la caída de los mandatarios de Egipto y Túnez y las protestas que continúan en países como Yemen, Siria, Libia y Baréin plantea preguntas importantes.

"¿Los ciudadanos y los líderes de Oriente Medio y África del Norte continuarán con un enfoque nuevo y más integrador para solucionar los problemas políticos, económicos y sociales que persisten en la región?", cuestionó.

"¿O cuando nos encontremos de nuevo en este foro en un año o cinco años, o diez, veremos que las perspectivas de la reforma se desvanecieron y recordaremos este momento como un espejismo en el desierto?", prosiguió.

Clinton hizo un llamamiento para que Túnez y Egipto aseguren una transición política basada en la democracia que cumpla con las esperanzas de los jóvenes, surjan sistemas que apoyen el libre mercado, combatan el extremismo y promocionen los derechos de las mujeres y las minorías religiosas.

La secretaria señaló que el hecho de que haya cambios de líderes no es suficiente para la población y advirtió de que los líderes de la región tienen "mucho que perder si ese vacío es llenado por los extremistas".

La secretaria rechazó la violencia en Baréin y Yemen, -ambos países socios críticos de Estados Unidos en la región-, y subrayó que la violencia "no es y no puede ser la respuesta" a las protestas, sino el proceso político.

En cuanto a Siria, donde la situación se ha recrudecido en los últimos días, la secretaria señaló que el Gobierno "debe respetar los derechos universales del pueblo sirio, que está reclamando los derechos básicos que les han sido negados".

Las manifestaciones en Siria comenzaron en febrero y se intensificaron a partir del 18 de marzo. Han sido duramente reprimidas por el régimen de Damasco, que responsabiliza a grupos armados no identificados de matar a civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.

Clinton subrayó que Estados Unidos continuará trabajando con los líderes de la región para mejorar su economía, fomentar el crecimiento, la creación de trabajo y la inversión, junto con sus socios Europeos.