Corea del Sur y EEUU finalizan sus maniobras anuales conjuntas

Los ejercicios, llamados "Ulchi Freedom Guardian", comenzaron el 16 de agosto al sur de la Península de Corea con la participación de 56.000 soldados surcoreanos y unos 30.000 efectivos estadounidenses, según informó la agencia surcoreana Yonhap.

El régimen comunista de Pyongyang denunció, como cada año, que estas maniobras son un ensayo de una invasión y una guerra nuclear contra su país, mientras los aliados surcoreanos y estadounidenses reiteraron que su carácter era defensivo.

Estas maniobras han sido las terceras a gran escala que se celebran desde el hundimiento de la corbeta surcoreana "Cheonan" en aguas fronterizas del Mar Amarillo (Mar Occidental), en el que murieron 46 tripulantes y que Seúl atribuye al ataque de un submarino norcoreano tras una investigación internacional.

Corea del Norte ha reiterado en varias ocasiones que su Ejército no disparó el torpedo que supuestamente hundió el navío surcoreano el 26 de marzo.

A finales de julio, Estados Unidos y Corea del Sur celebraron cuatro días de maniobras conjuntas en el Mar del Este (Mar de Japón) como muestra de fuerza ante Corea del Norte por el hundimiento del "Cheonan".

Poco después, en agosto, Corea del Sur realizó un entrenamiento en solitario de sus capacidades para detectar y repeler submarinos norcoreanos en las cercanías del lugar donde se hundió el "Cheonan", que fueron seguidas por disparos de artillería desde la costa norcoreana que no causaron daños.

De manera simultánea con las maniobras finalizadas hoy, unos 400.000 funcionarios y miembros de la Policía surcoreana realizaron maniobras para actuar ante un posible ataque antiterrorista durante la celebración de la cumbre del G20 de noviembre en Seúl.

Asimismo, para principios de septiembre está previsto que los ejércitos surcoreano y estadounidense celebren otra ronda de ejercicios navales en el Mar Amarillo, una zona de especial tensión con Corea del Norte.

Desde el fin de la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio y no con un tratado de paz, Corea del Sur depende para su defensa ante un eventual enfrentamiento armado del mando militar estadounidense.