Enrique López presenta su dimisión como magistrado del Constitucional
Atlas
01/06/201420:14 h.Enrique López, iba en moto, sin casco, y se acaba de saltar un semáforo en rojo en una céntrica calle de Madrid. No era raro que lo detuviera la Policía Municipal que además se encontró, en un primer test, que su tasa de alcohol cuadriplicaba la permitida. A sus 51 años, es uno de los miembros de la élite del Derecho en España. El magistrado de Tribunal Constitucional, el máximo órgano judicial de nuestro país, cazado por una triple infracción de tráfico que de normal incluye penas de prisión de tres a seis meses o una multa, trabajos en beneficio de la comunidad, en cualquier caso, la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años. López no es un juez cualquiera. Tiene una especial adherencia a las polémicas, en particular por su nombramiento. Alineado en el ala conservadora, el Gobierno del Partido Popular puso especial interés en su colocación. Tanto que durante años la renovación del Constitucional estuvo bloqueada por el rechazo de los socialistas a su candidatura, alegando una escasa experiencia. Finalmente alcanzó el puesto hace ahora casi un año. Pero polémico también por declararse abiertamente contrario al matrimonio homosexual o los nacionalismos y a favor de los recortes, temas sobre los que tiene que decidir de forma imparcial en el alto tribunal. Sin embargo, el magistrado asegura que cuando trabaja se deja la ideología en casa. Tras su detención, López ha reconocido los hechos y ha asegurado que asumirá las consecuencias.