En su exposición en el juicio en la Audiencia de Barcelona, ha cambiado el delito contra la integridad moral del que lo acusaba en su calificación previa al juicio por uno de torturas --pide un año de cárcel por cada uno de las siete agresiones--, y siete faltas de lesiones, por las que pide una multa total que supera los 4.000 euros.
También ha rebajado un año de cárcel la solicitud de pena para la funcionaria Yolanda M., que se quedaría con año por un delito de torturas, y reclama la absolución de los trabajadores de prisiones Pedro T. y José Delfin G., al no haber podido demostrar su implicación en las agresiones.