Fiscalía mantiene la pena de 122 años de cárcel para el etarra Sergio Polo, "autor directo" del atentado contra Cortizo

La Fiscalía ha elevado a definitivas su petición de 122 años de prisión para el etarra Sergio Polo, alias 'Lur', al considerarle "autor directo" del atentado en el que fue asesinado el comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo por una bomba lapa colocada en los bajos de su coche en León el 22 de diciembre de 1995.

El fiscal José Perals le imputa un delito de asesinato, cuatro delitos de asesinato frustrado (dado que como resultado de la deflagración resultó herida de gravedad su hija y otros viandantes) y delito de tenencia de explosivos. Añade en sus conclusiones la petición de una indemnización de 160.000 euros para el hijo de la víctima, Alejandro Cortizo, en calidad de responsabilidad civil.

En su turno de conclusiones, el representante del Ministerio Público ha dicho que tras las testificales escuchadas en la sesión de ayer y las declaraciones en calidad de peritos de los agentes de la Policía Nacional, ha quedado suficientemente acreditada la autoría de Polo en estos hechos.

Además ha resaltado que, a diferencia de otros atentados de la banda terrorista ETA, en este caso la bomba 'lapa' no se colocó debajo del coche del comandante sino dentro del mismo vehículo; de ahí que la gravedad de las heridas le provocara la muerte inmediata. "No hace falta ser muy perito para ver que ese coche explosionó desde dentro", ha dicho el fiscal.

Igualmente ha adherido a su escrito final el listado de todo el material que los agentes se incautaron en el piso que este etarra, ya condenado por otros atentados, tenía alquilado en la localidad guipuzcoana de Pasajes. Entre ellos destacan destornilladores, material explosivo, un documento de identidad falso y 280.000 euros en metálico.

"Ni siquiera ha negado los hechos que se le imputan", le ha reprochado Perals después de que éste declinara responder a las preguntas formuladas en la sesión de ayer. Su defensa, por contra, ha pedido la absolución del acusado.

ÓRDENES DIRECTAS DE 'ANBOTO'

Los peritos que han prestado declaración ante el tribunal que preside la magistrada Concepción Espejel han venido a confirmar los hechos que expone la Fiscalía en su escrito, según el cual Polo guardó el material que días antes del atentado le dio la entonces jefa de ETA María Soledad Iparraguirre alias 'Anboto' --actualmente presa en Francia-- para la elaboración del explosivo. Días antes del ataque forzó el vehículo del comandante y los colocó debajo del asiento del conductor.

En este sentido, agentes del Tedax de la Policía Nacional han ratificado el contenido de los informes que obran en la causa y han confirmado que el comandante murió debido a los efectos de la deflagración. Sobre el explosivo han dicho que su peso era de dos kilos y que encontraron los restos de un temporizador mecánico de marca francesa "que utilizaba ETA en aquellos momentos".

Otros agentes han precisado por videoconferencia que la bomba contenía cloratita como carga explosiva y que encontraron una bola de acero y un dispositivo de iniciación de la marca Coupatan, muy utilizado por la banda en aquellos años para montar sistemas de antimovimiento. En este caso hizo explosión cuando el vehículo había recorrido 300 metros.

SUS HUELLAS LO DELATARON

Por su parte, miembros de la unidad de explosivos de la Ertzaintza en el momento de los hechos, han explicado que en el registro efectuado en el domicilio que Polo había alquilado en Pasajes, encontraron tres paquetes de cigarrillos que contenían bolsas con cloratita, tarteras de plástico con kilos de la mezcla explosiva amonal y tres cartuchos de dinamita utilizadas por los miembros de la banda terrorista a modo de granada de lanzamiento.

Los cotejos y búsquedas posteriores al atentado permitieron a los agentes identificar las huellas de Polo en cinco objetos del domicilio y en documentación que se encontraba en el interior de la casa, entre la que destaca un carnet de identidad y placa de policía falsos, además de un carnet de conducir y otro de la Universidad de Zaragoza.

A preguntas del fiscal José Perals, los médicos forenses que examinaron al comandante han explicado que su muerte se produjo como consecuencia de un politraumatismo y una lesión "muy grave" en la zona del abdomen y del tórax; lo que confirmó la tesis de que la bomba 'lapa' estaba colocada en la zona inferior del asiento del conductor. "La muerte se produjo de manera inmediata", ha dicho el doctor.

SU HIJA, HERIDA DE GRAVEDAD

Sobre su hija, que le acompañaba en el vehículo en el momento de la explosión, el perito ha precisado que ella tenía 19 años en el momento de los hechos y que, a falta de saber cómo ha podido evolucionar en estas dos décadas, el informe emitido entonces plasmó que se vería limitada físicamente para realizar trabajos con la mano izquierda y cualquier actividad deportiva. Otro de los médicos que la atienden a día de hoy ha dicho que ha padecido trastorno de estrés postraumático.

Otro de los testigos ha explicado que desde la cúpula de ETA se había decidido atentar contra el Mueso Guggenheim de Bilbao y así se plasmó en una carta que decía: "Os tengo que comentar que Guggenheim es nuestro objetivo", ha explicado un agente que implica en estas órdenes a la entonces jefa de ETA María Soledad Iparraguirre, alias 'Anboto' y quien en la actualidad está presa en Francia.

Los peritos han explicado, de acuerdo con lo expuesto por la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales, que fue Anboto la que dio la orden expresa de asesinar al militar, que contaba con 44 años en el momento de los hechos. También fue ella la que, a través de un enlace, hacía llegar a los comandos el material necesario para la actividad terrorista, como ocurrió igualmente en el caso de este atentado.