Juzgan a un acusado de contratar a dos sicarios para que diesen una paliza a su exnovia en Oviedo

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita la condena de un acusado de contratar a dos personas para que entraran en la casa de su exnovia, en Oviedo, la retuviesen allí y le propinasen una paliza, ante la sospecha de que le había robado dinero. En el banquillo se sentarán igualmente los dos presuntos sicarios, que fueron sorprendidos por la Policía en el domicilio de la víctima tras la llamada de un vecino.

La vista oral está señalada los días 12, 13, 14 y 15 de junio en la Sección Tercera de la Audiencia provincial de Asturias, con sede en Oviedo, a las 10.00 horas. Los acusados son R. G. A., nacido en 1976; O. G. L., nacido en 1988; y D. F. O. T., nacido en 1982.

Según informó la Fiscalía, el acusado R. G. A. mantuvo una relación de pareja con Z., aunque siempre mantuvieron domicilios separados.

La Fiscalía sostiene que, en mayo de 2011, R. G. A. sospechó que Z. le había sustraído una cantidad importante de dinero. Por ese motivo, decidió contratar a los otros dos acusados, O. G. L. y D. F. O., a quienes conoció por esas fechas. Así, les convenció para darle una paliza a Z. El encargo conllevaba además entrar en el domicilio de la mujer y retenerla en él durante un tiempo. A cambio, R. G. A. ofreció a los otros dos acusados que se quedaran con el dinero que recuperaran.

El propio R. G. A. facilitó a los otros dos acusados, a través de un mensaje telefónico, el nombre, el número de pasaporte y el domicilio de Z, en Oviedo.

Pasadas las 15.00 horas del 17 de mayo de 2011, R. G. A. recogió en Ciaño a O. G. L. a bordo de una furgoneta y ambos se desplazaron hasta Gijón, a buscar a D. F. O. Desde allí, los tres se dirigieron a Oviedo. R. G. A. dejó a los otros dos acusados en una calle contigua a la vivienda de Z. y regresó a Pola de Laviana.

Tal y como habían acordado previamente, O. G. L. y D. F. O. subieron hasta la casa de la mujer y llamaron al timbre. Cuando Z., que estaba sola en casa, preguntó quién era, los acusados contestaron que eran de la Policía de Extranjería. Z, confiada, abrió la puerta.

En ese momento, los dos acusados la condujeron a empujones hacia el interior de la casa, cerraron la puerta y la llevaron en contra de si voluntad hasta el dormitorio, la tumbaron en la cama y la redujeron, golpeándola en diversas partes del cuerpo, al tiempo que le decían que la iban a matar y la ataban las manos y las piernas con cinta adhesiva. La mujer gritó pidiendo auxilio, por lo que los acusados le taparon la boca con la cinta.

Los gritos fueron escuchados por un vecino, que avisó a la Policía. En pocos minutos acudieron a la casa varias dotaciones policiales, que consiguieron finalmente abrir la puerta con una llave facilitada por la hermana de la víctima. Al entrar, se encontraron a Z. sobre la cama, maniatada. Los acusados estaban con ella. Además de la cinta, en la habitación había varios pares de guantes, un pasamontañas y unos alicates. No consta que los acusados hayan usado el pasamontañas.

El tiempo que la víctima estuvo retenida en contra de su voluntad puede estimarse en 15 minutos, aproximadamente.

Como consecuencia de los hechos, Z. sufrió policontusiones de las que tardó en curar 60 días, 30 de los cuales fueron impeditivos para sus ocupaciones habituales.

ALLANAMIENTO DE MORADA, DETENCIÓN ILEGAL Y LESIONES

La Fiscalía considera que los acusados son autores de un delito de allanamiento de morada en concurso medial con un concurso de detención ilegal y de un delito de lesiones. Concurre en el acusado R. G. A. la agravante de parentesco en los delitos de allanamiento de morada y detención ilegal. En el acusado O. G. L. concurre la agravante de reincidencia respecto del delito de lesiones, ya que fue condenado en 2009 por un delito de lesiones en el ámbito familiar.

El Ministerio Público solicita que se condene a los acusados a las siguientes penas. A R.G.A.: Un total de ocho años de prisión y prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de Z., de su domicilio, lugar de trabajo, ocio o de cualquier otro que frecuente, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante diez años.

A O.G.L.: Un total de seis años y diez meses de prisión y prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de Z., de su domicilio, lugar de trabajo, ocio o de cualquier otro que frecuente, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante nueve años.

A D.F.O.: Un total de seis años de prisión y prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de Z., de su domicilio, lugar de trabajo, ocio o de cualquier otro que frecuente, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante ocho años.

Además, la Fiscalía solicita que los acusados indemnicen de forma conjunta y solidaria a Z. con 2.400 euros por les lesiones, más los intereses legales correspondientes, y al Sespa con la cantidad que se determine por los gastos sanitarios.