Pakistán y EEUU intentan limar asperezas tras la publicación de telegramas
AGENCIA EFE
01/12/201011:04 h.Según un comunicado del gabinete de prensa de Guilani, el embajador destacó que "ambas partes están decididas a abordar las interpretaciones erróneas" con el objetivo de mantener unas "relaciones bilaterales cordiales a largo plazo".
Guilani recordó que su Gobierno ya emitió una reacción oficial acerca de las filtraciones y añadió que su Ejecutivo "se asegurará de que los intereses nacionales de Pakistán no se vean comprometidos" de ninguna forma.
El presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, el jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, y el propio Guilani aparecen en varios de los cables de la embajada estadounidense en Islamabad, a menudo elaborados por la ex jefa de la legación diplomática Anne W. Patterson.
Según el relato de Patterson -en un informe confidencial de agosto de 2008, colgado en la web de "Wikileaks"-, el titular paquistaní de Interior, Rehman Malik, sugirió en una reunión detener los ataques de aviones espía estadounidenses en las zonas tribales de Pakistán contra objetivos insurgentes hasta que finalizara una operación antitalibán en la demarcación de Bajaur.
"No me importa que los hagan (los ataques) siempre y cuando consigan (golpear) a la gente correcta. Protestaremos en la Asamblea Nacional y luego lo ignoraremos", intervino Guilani, según el cable.
Aunque fuentes de seguridad e inteligencia paquistaníes y occidentales admiten que ambas partes cooperan para llevar a cabo estos ataques, siguen siendo muy impopulares entre la población y el Gobierno paquistaní ha evitado siempre comentarlos en público.
Los telegramas reflejan opiniones de mandatarios paquistaníes y los análisis de la legación estadounidense en Islamabad -a veces sugiriendo políticas que Washington no ha seguido- sobre temas como la seguridad de las instalaciones nucleares paquistaníes o la actividad entre bambalinas de Kiyani durante crisis políticas.
La ex embajadora expresa sus dudas de que los servicios secretos paquistaníes "hayan abandonado finalmente su política de usar" a los grupos islamistas como "una herramienta de política exterior" y apuesta por convencerles de que esto es "contraproducente".
Pese a ello, Patterson resalta la "voluntad" del Gobierno de luchar contra el extremismo y da cuenta de las diversas ofensivas del Ejército contra los talibanes en varios puntos de Pakistán.