Arrabal cree que la ceremonia surrealista del Marqués de Sade fue totalmente moderna

El realizador ha evocado esta referencia artística del surrealismo durante las jornadas "Arrabal Íntimo, Arrabal Pánico", que él mismo ha clausurado hoy en Valencia.

Según Arrabal (Melilla, 1932), fundador del Grupo Pánico junto a Roland Topor y Alejandro Jodorowsky en París, este acontecimiento encierra "tres episodios ejemplares y simbólicos del aspecto pánico, filosófico y científico", que constituyen las tres facetas que más le interesan "de la existencia".

Esta ceremonia, que ha permanecido durante más de medio siglo en la sombra, reunió en 1958 en la casa de Joyce Mansour, poeta egipcio que entró en contacto con el movimiento surrealista parisino, a los "principales actores de la modernidad", incluso a los "expulsados" del grupo surrealista, como el pintor chileno Roberto Matta.

En 1947, "Matta seduce a la mujer de -Arshile- Gorky, cuando él estaba muriéndose de cáncer. Entonces -André- Breton convoca al grupo surrealista para expulsar a Matta por acto inmoral", ha relatado Arrabal.

Pese a ello, finalmente "Matta estaba ahí" y los surrealistas adoptaron a Donatien Alphonse François de Sade, el Marqués de Sade (1740-1814), como su santo patrono, al citarlo como "el ente más libre que jamás haya vivido" y considerarle uno de sus precursores.

Arrabal ha narrado que André Breton llamó al artista canadiense Jean Benoît para realizar los trajes del "La Ejecución del Marqués de Sade": un "uniforme africano, alquimista, pánico más que surrealista", para lo cual empleó "más de seis años" y "estaba presidido por un falo".

Durante la ceremonia se produjo "algo extraordinario: ese falo se erige y vuelve a acostarse. Y cuando de nuevo surge otra estrofa a la virgen del sexo, a la Virgen María, el falo sube", ha relatado.

"Yo estoy al lado de Breton, quien estaba más entusiasmado que todo el público. Y me dice: ¡Arrabal, Jean Benoît no solamente es genial, sino que además se le pone gorda cuando quiere", ha comentado, antes de aclarar que Benoît "tenía un hilo de plástico que subía y bajaba".

En el momento final, "el más apoteósico de la fiesta", el pintor Matta se grabó la piel a fuego con "el falo" que Benoît había calentado en la chimenea, y cuya punta terminaba con la palabra "Sade".

"Es un homenaje al Marqués de Sade, pero no sólo a él, sino también al que va a hablarnos de sexo. Y más importante aún, al que va a hablarnos de Dios, de libertad", ha apuntado Arrabal.

Por ello, Arrabal considera al Marqués de Sade como "un precedente del pánico", el movimiento teatral del que es cofundador.

Después de que Matta y Benoît se marcaran con el hierro, "todos se dieron cuenta" de que "no se habían marcado Sade, sino edas", a lo que Benoît respondió a carcajadas y matizó que "eso era exactamente" lo que quería.

"Solamente lo podía ver él mismo a través del espejo", como una parábola del arte, ha destacado el dramaturgo español, cuya trayectoria artística ha sido reconocida con galardones como el premio Legión de Honor de la República Francesa, el premio Nabokov de novela, el Espasa de ensayo y el Mariano de Cavia de periodismo.