Condenados a 54 y 50 años de cárcel por asesinar a una pareja en Alcanar

La sentencia impone al principal acusado, Rubén Sánchez Molina, una pena de 43 años de cárcel por dos delitos de asesinato -uno con alevosía y otro con alevosía y ensañamiento-, otros seis años por un delito de allanamiento de morada en concurso de robo con violencia y cinco años más por detención ilegal.

Por su parte, condena a David Almagro Copete a un total de 50 años como autor de dos delitos de asesinato, uno de allanamiento de morada en concurso de un delito de robo con violencia y otro de detención ilegal, señala la sentencia.

No obstante, el juez indica en su fallo que el límite máximo de cumplimiento de la pena de prisión será de 30 años, de acuerdo con lo dispuesto en el Código Penal.

Por otra parte, los acusados tendrán que indemnizar a la familia de la pareja asesinada con más de 365.000 euros.

Un jurado popular declaró el pasado 2 de diciembre culpables de asesinato a los dos acusados, que durante el juicio celebrado en la Audiencia de Tarragona negaron los hechos con continuas contradicciones entre ellos.

Los hechos se remontan al 3 de diciembre de 2008, cuando, sobre las 21.00 horas, los dos acusados, junto con un menor de edad ya condenado a diez años de internamiento en un centro cerrado, se dirigieron en un vehículo a la casa del matrimonio, situada junto a la carretera N-340, en el término municipal de Alcanar.

Rubén Sánchez conocía a las víctimas, Felipe B. y Stela A., porque les había comprado un vehículo en el concesionario de su propiedad, situado junto a la casa, y se aprovechó de "la amistad" que le unía con ellos para que le abrieran la puerta y le dejaran pasar al interior de la vivienda.

Media hora después, David Almagro y el menor de edad irrumpieron en el domicilio, aprovechando que la puerta estaba abierta, con pasamontañas y exhibiendo varias armas. Una vez en el interior de la casa, redujeron a las víctimas y les ataron muñecas y tobillos.

Después, Rubén y el menor se llevaron a la mujer a la cocina, le pidieron que dijera dónde guardaban el dinero y, ante la negativa de ésta, la golpearon brutalmente y la asfixiaron hasta la muerte.

Por su parte, David Almagro golpeó a Felipe B. y, ante la resistencia y negativa de éste a revelar dónde guardaba el dinero, le golpeó y le clavó una navaja en la axila, dejándolo malherido.

Durante este largo periodo de agonía, registraron la casa y las oficinas en busca de cajas fuertes y dinero, y finalmente, también le asfixiaron.

Tras cometer el doble asesinato, se llevaron un vehículo de alta gama del concesionario, electrodomésticos y otros objetos tasados en más de 15.000 euros, así como 4.500 euros en metálico.