Cuidar los pequeños detalles antes de subir al avión puede eliminar el miedo a volar

Durante el verano, miles de personas deciden poner rumbo a sus vacaciones estivales subidas en un avión. Lo que para muchos puede ser una rutina o una nueva experiencia, para otros se convierte en un problema ya que el miedo a volar puede generar, en las personas que lo padecen, un temor que les obliga a cancelar vuelos e incluso les impide subirse a una aeronave de por vida. Para evitar este miedo, los psicólogos recomiendan preparar la maleta con la suficiente antelación y cuidar pequeños detalles como la comida y la ropa antes de subir al avión.

"Cuidar estos detalles antes de volar es muy importante para evitar la espiral de estrés que pueden generar los viajes en avión. Así, descansar, preparar el equipaje con antelación, llegar al aeropuerto con tiempo suficiente, así como llevar ropa cómoda y zapatos sin tacón, con cuestiones que pueden ayudar a disminuir este temor", ha explicado, en declaraciones a Europa Press, el psicólogo, piloto y vicepresidente de la Asociación Española de la Psicología de la Aviación, Salvador Torres.

Torres también asegura que "la alimentación antes de volar es muy importante porque el estrés que produce el miedo a volar consume glucosa, por lo que se recomienda tomar hidratos de carbono, así como no beber café ni alcohol y fumar menos", y añade que otro de los consejos más comunes es "solicitar un asiento de pasillo porque genera menos claustrofobia que estar sentado en el centro de tres asientos".

A pesar de estos consejos generales, que en principio podría seguir cualquier persona con miedo a volar, el experto afirma que "no hay un mismo miedo para todas las personas, ni el mismo rechazo a volar es igual para todos". Así, no se pueden deducir o categorizar las causas de estos temores, pero "en el trasfondo de la mayoría de las personas con miedo a volar hay un desconocimiento profundo del medio aéreo, les resulta imposible concebir que un aparato flote en el cielo, pero también hay gente más sensible que ha tenido alguna experiencia negativa con los aviones en su familia".

PERDER EL MIEDO A VOLAR

Torres ha participado en diferentes cursos para personas que están dispuestas a perder su miedo a volar. Asegura estar "satisfecho" con los resultados que se consiguen puesto que cerca del 80 por ciento de los participantes logra subir a un avión sin ese temor pero reconoce que "se pierde el miedo pero se sigue teniendo una intranquilidad como la que pueda ocasionar cualquier otro medio de transporte".

El psicólogo ha explicado que en estos cursos, tras una interacción entre los asistentes que explican cómo sienten el miedo a volar y el por de ese miedo, los expertos les aportan una explicación psicológica sobre qué es el miedo, las fobias, etcétera. Además, según Torres, "hay que transmitir a todas las personas que el avión es el medio de transporte más seguro, por lo que en los cursos se incluye una explicación técnica sobre el funcionamiento de las aeronaves y el origen de los ruidos y movimientos del avión durante el vuelo, que son los causantes de muchos de los temores de los afectados".

Además de entrenar a los pacientes en técnicas de relación que les ayuda a vencer los miedos, como puede ser la técnica de detención y sustitución de pensamientos negativos por pensamientos positivos, Torres ha explicado que "también se suele meter a estas personas en la cabina de un avión o un simulador de vuelo para que se sienten en el asiento del piloto y vuelen en el mismo avión que luego van a volar".

Respecto a los medicamentos a los que las personas con miedo a volar suelen aferrarse, Torres asegura que "estos medicamentos lo que hacen es relajar el nivel de estrés porque tranquiliza el sistema nervioso, a veces la persona se queda dormida, pero no te quieta el miedo porque no hay medicamento que modifique el pensamiento negativo que una persona pueda tener".