Veranear en El Palmar, aunque sea en un contenedor

El Palmar está de moda. De moda sus atardeceres desde chiringuitos a cualquier ritmo; la playa las olas para surfear. Todo, un reclamo para miles de personas de todos los puntos de España, del mundo. Sin exagerar. La playa de Vejer de la Frontera está desbordada por la demanda turística y desde hace años (como ocurre en Conil o Chiclana), han proliferado las construcciones ilegales que, sin freno, se calculas pueden superar de largo el millar. El Ayuntamiento de Vejer reconoce incluso que es difícil el cálculo porque, cada día, aparece una nueva en alguna de las decenas de parcelas divididas, también de forma ilegal.

Porque algunas de las parcelas de suelo rústico donde hace 85 años se instalaron legalmente familias de la zona, y legalmente transmisible, se ha ido vendiendo en gran parte a constructoras o a particulares. Y en ellos se han construído casas de obra o prefabricadas, contenedores de obra o hasta remolques. Todo para que sirva de vivienda propia o para alquilar. Hasta 200 euros día se paga por veranear junto a la playa gaditana. Aunque sea a costa de no tener infraestructuras: ni calles asfaltadas, ni luz, ni agua, ni saneamientos. Algunos de los propietarios pagan el IBI. Y creen que el Ayuntamiento debería arreglar la situación. Pero en el Consistorio dicen que no pueden constrolar por si solos la situación y pìden ayuda a la Junta de Andalucía.

A quienes buscan estar en una de las playas de moda de la costa andaluza, parece no importantes ni las condiciones del alojamiento, ni su situación legal. Una familia a la que preguntamos cuando acaban de llegar a una de estas construcciones ilegales así nos lo cuenta. "Pagamos 700 euros por una semana. Encontré la casa en internet." "Que solucione los problemas quien corresponda. Nosotros venimos a pasarlo bien", afirma otro turista.

Desde el Ayuntamiento de Vejer de la Frontera aseguran que el nuevo plan urbanístico pretende regularizar el mayor número posible de construcciones ilegales. las que llevan más de seis años en pie no tendrán que preocuparse, porque su situación irregular ha prescrito. Pero las construcciones que no respetan la zona protegida de la costa, aseguran, caerán por la piqueta.