Un hombre ha fallecido después de participar en el ‘Krispy Kreme Challenge’, un reto un tanto peligroso que se celebra cada año en Carolina del Norte que consiste en que los concursantes coman una docena de donuts mientras corren ocho kilómetros en tan solo una hora.
El fallecido, de quien no se ha querido desvelar la identidad, no habría corrido más que el primer kilómetro. El hombre, de 58 años, en la primera parada comenzó a quejarse de dolores en el pecho y fue llevado al hospital, donde murió, según recoge ‘Buzzfeed’.
Esta competición lleva ya más de una década organizándose. Se celebra cada año desde 2004, cuando varios grupos de estudiantes de la Universidad Estatal de Carolina del Norte se retaron a esta desmesurada prueba. “Lo que comenzó como un reto para unos amigos, ha terminado siendo una carrera solidaria publicitada a nivel nacional”, cuentan los creadores en su web.
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