La Policía Científica inspecciona el bar de Zaragoza donde se suicidó un hombre tras atrincherarse 20 horas

Agentes de la Policía Científica han realizado este miércoles una inspección ocular al bar 'Maxi 2', ubicado en la calle La Salina de Zaragoza, cerca de la plaza Europa de la capital aragonesa, donde este martes se ha quitado la vida un hombre de 63 años, Luis Pedro R.G., tras atrincherarse en este establecimiento con un arma de fuego desde la noche del día anterior.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han explicado a Europa Press que la inspección ha incluido la realización de fotografías y la recogida del casquillo de la bala con la que esta persona acabó con su vida.

Los agentes no pudieron realizar estas acciones el mismo martes por la noche como hubieran deseado, cuando estaba en el lugar la comisión judicial --compuesta por el juez y los forenses para realizar el levantamiento del cadáver-- porque el humo generado por los gases que lanzaron para aturdir al hombre con el objetivo de que se entregara y saliera por su propio pie del bar lo impidieron.

El bar sigue precintado y la policía analiza el origen del arma que este hombre utilizó para quitarse la vida, que "había comprado en el mercado ilegal". Por lo que respecta a su fallecimiento, al haber sido motivado por causas personales, no se realizará una investigación.

Por otra parte, este miércoles se ha hecho la autopsia al cuerpo de este hombre en el Instituto de Medicina Legal. Asimismo, el Grupo de Homicidios está elaborando el atestado de lo ocurrido, que se remitirá al juzgado junto con los resultados forenses y la información obtenida por la Policía Científica.

ATRINCHERAMIENTO

Luis Pedro R.G. se atrincheró a las 23.00 horas de este lunes con un arma de fuego en el citado bar, después de acudir a él a hablar con su expareja y propietaria del establecimiento, quien no accedió y le indicó que si quería, se quedara allí a pasar la noche, momento en el que este individuo sacó el arma; los clientes que se hallaban en el local huyeron y él se confinó.

Durante las 20 horas que se prolongó el encierro, no presentó ninguna petición específica a la policía, salvo que le dejaran permanecer en el lugar, y también pidió hablar con su expareja, quien lo hizo desde fuera del local y a través de una ventana con la que podían comunicarse para disuadirle de que desistiera de su actitud.

También estuvieron presentes una hermana y un hijo de Luis Pedro R.G., que no consiguieron que depusiera su actitud y finalmente se suicidó después de que la policía lanzara en varias ocasiones gases aturdidores con el objetivo de que este hombre se entregara y saliera por su propio pie del bar.

La expareja sentimental de este hombre aseguró este martes que el motivo del encierro era personal y no económico, si bien fuentes próximas a este hombre indicaron que Luis dejó hace un año entre 30.000 y 40.000 euros a la mujer para el traspaso del bar, cuando todavía eran pareja, pero ella después decidió dejar la relación.