Residencias catalanas alertan de que no se les abona las nuevas plazas de ancianos desde enero

La patronal de pequeñas y medianas residencias Upmir ha alertado de que la Generalitat no abonado a las residencias las cuotas de este año correspondientes a las plazas concertadas de ancianos que han substituido a otros que han sido baja --por muerte o a petición propia--, lo que supone una deuda mensual de siete millones de euros, según sus cálculos.

Lo ha explicado a Europa Press el presidente de esta patronal, Vicente Botella, que ha asegurado que no se "abona desde enero los recambios de personas que cubren las bajas", pese a que los ancianos sí se benefician de los servicios de los centros porque tienen el derecho reconocido.

Botella ha explicado que son las residencias las que deben asumir este gasto, de hasta 1.350 euros por persona, una situación que está provocando el "colapso" de muchos centros, principalmente los medianos y pequeños.

"Algunos están cerrando y otros lo harán en los próximos meses porque nos están poniendo una fecha de caducidad con los impagos", ha añadido el líder patronal, que ha alertado de que si la situación de los centros sigue empeorando se pondrá en peligro la atención a los usuarios.

Las residencias acumulan retrasos en los pagos y la deuda de julio de 2012, cuando la Generalitat no abonó a las entidades sociales los 70 millones de euros que paga mensualmente en concepto de conciertos.

ANCIANOS SIN PIA

Fuentes de la Conselleria de Bienestar Social y Familia de la Generalitat han explicado a Europa Press que se deben las nuevas plazas desde enero, aunque han recordado que estos ancianos todavía no tienen elaborado un plan de atención individualizada (PIA), por lo que se desconoce el importe que se debe pagar por su plaza.

Por ello, las mismas fuentes han evitado precisar si el impago asciende a siete millones de euros mensuales, tal y como apuntan las residencias, y han afirmado que se están priorizando los pagos a los centros con más necesidades.

Además, han destacado que las tensiones de tesorería no están impidiendo que la Generalitat esté "en contacto permanente con las entidades del sector", teniendo en cuenta que el pasado martes se reunió con el propio Botella.