Sanidad veta a una empresa alemana que negocia con trasplantes de médula
Coral Larrosa
17/01/201213:20 h.Todo empezó a mediados de octubre en Avilés (Asturias) cuando DKMS convocó una donación masiva de médula para Hugo Pérez, un español con leucemia a la espera de trasplante en Alemania. De ahí consiguieron 1.235 donantes, según la propia empresa, cuyas muestras biológicas (saliva, es decir, ADN) salieron de España sin permiso de autoridad sanitaria alguna, lo que infringe la Ley de Protección de Datos, según la ONT. Por cada registro-doante DKMS cobra 50 euros, aunque desde su página web, se piden también donaciones y se da un número de cuenta.
Esos donantes que salieron de Asturias para una persona concreta, forman parte ya del registro que DKMS ofrece al mundo. Si alguno de ellos resulta compatible, por ejemplo, con un receptor en España, la ONT tiene que pagar 14.500 euros por la médula a trasplantar. Un coste que sería cero, si el donante se hubiera apuntado como tal al registro del sistema público español, el REDMO, que coordina la Fundación Carreras por delegación de Sanidad desde 1994.
La empresa DKMS, que se ha inscrito como Fundación en España, asegura en un comunicado que no tiene ánimo de lucro y que actúa en España dentro de la legalidad. No considera que existan requisitos formales para ejercer como registro de médula o células de sangre de cordón. Pero España tiene leyes y es soberana. Según la ONT se le han pedido explicaciones sobre su actuación aquí y la única respuesta ha sido por parte de la compañía alemana, una amenaza de querella.
El sistema de trasplantes español está todo regulado. Si hay que extraer una médula o trasplantarla todo el mundo sabe qué hacer. “Como esta empresa alemana ha entrado sin preguntar a nacie -explica el director de la ONT- está buscando contactos con médicos de grandes hospitales de la sanidad pública para obtener médula para trasplante. En algún caso ya lo ha intentado en algún centro público (alegando que tiene autorización de la ONT, lo que es falso). Si llegara a producirse la extracción de médula en España para un donante fuera de nuestras fronteras, sin autorización de la ONT o de Sanidad, hablaríamos de tráfico de tejidos”.
DKMS actúa legalmente en Alemania. Antes de lanzarse a España intentó entrar sin más en Francia y Brasil, que hicieron valer su ley y le cerraron la puerta. En un comunicado conjunto difuncido hoy, la ONT y la Fundación carreras concluyen “DKMS no dispone ni de autorizaciones legalmente exigibles, ni de los convenios y acuerdos de colaboración que habilitan para realizar funciones que son del Sistema Nacional de Salud”. La abogacía del Estado español estudia el caso y la posibilidad de emprender acciones legales.