Mansilla resurge de las aguas

En 1960, los vecinos de Mansilla (La Rioja) tuvieron que salir a toda prisa de sus casas, abandonar muchos de sus enseres porque un nuevo embalse con su nombre iba a cubrir todo. Y así ha sido desde entonces. Solo el verano con su tradicional sequedad lo asomaba a la vista. Pero las cada vez más escasas lluvias han culminado este año por sacar, más que nunca dicen los vecinos, las ruinas del viejo Mansilla a la vista.

Por primera vez, vemos el pueblo fantasma a vista de dron. Las imágenes son espectaculares. Aunque la causa de tan bello paisaje cause nostalgia a los supervivientes que allí nacieron. Como Luis que, en el nuevo Mansilla, recuerda lo feliz que vivió de niño. Las ruinas son un reclamo para los descendientes de aquellos vecinos. Marta recuerda dónde vivía su abuela materna, que le decía que Mansilla era el pueblo más bonito de la sierra riojana.

La vieja Mansilla resurge y verla es también saber que la falta de lluvia es un problema que afecta ya al ganado porque no hay pasto. En plena vendimia no apura el agua pero cuando acabe, si no llueve, el campo tendrá problemas.