La defensa del dueño de la finca de Totalán donde murió Julen insiste: el pocero no selló bien el pozo

Sin rodeos, la defensa del propietario de la finca de Totalán, Málaga, donde murió el pequeño Julen, señala al pocero, “el responsable de adoptar las medidas de seguridad necesaria”. Cuestionan que quien hizo la perforación sellara el agujero por donde cayó Julen con una piedra. “Es una forma ilegal de sellar un pozo”, ha recalcado la defensa, enseñando ante los medios una piedra de 16 kilos.

La ley obliga a los propietarios a llenar pozos abandonados con tierra del sondeo y a usar arcilla y cemento para el sellado, pero no es tan clara con los sondeos secos; agujeros como el de Totalán. Si no había licencia es, aseguran, por confiar en quien perforó.

“Él es conocedor de que hacen falta licencias para realizar ese tipo de trabajos. Lo que pasa es que él se encomienda a un profesional”, sostiene Antonio Flores, abogado de la defensa.

El pocero, por su parte, siempre ha dicho que la familia descubrió el agujero. “Yo tengo mi versión, que es lo que hice, y no lo hice malamente”, sostiene. El propietario asegura que puso bloques de hormigón sobre la boca del sondeo, aunque no evitaron la caída del niño. Si el pozo estaba tapado o no marca diferencias entre accidente y homicidio por imprudencia.

Menos dudas plantean las multas por la ilegalidad de la obra, la responsabilidad civil y el rescate.