Santa Pola recibe como héroes al pesquero que rescató a 12 migrantes

Abrazos, lágrimas, felicitaciones y mucha alegría. Así han recibido en el puerto a Pascual Durá y su tripulación de 12 marineros después de 100 días fuera de casa faenando en el Mediterráneo. En el muelle les aguardaban sus más allegados, como los padres del patrón, y las autoridades, como la alcaldesa de la localidad, Yolanda Seva, y el secretario autonómico de Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero. Un recibimiento de héroes, algo que ellos no se consideran.

“No nos consideramos héroes. Eso se lo dejamos a Súper López”, ha afirmado nada más pisar tierra el patrón del pesquero, Pascual Durá, en unas declaraciones recogidas por el diario Información. Asimismo, ha insistido en que “sin ninguna duda” volvería a rescatar a los inmigrantes porque se trata de “un acto de humanidad”.

Una acción que se convirtió en odisea después de que durante 10 días tuvieran que tener a los 12 rescatados a bordo sin saber a dónde dirigirse, con escasez de víveres y combustibles y algunos migrantes enfermos. El momento más complicado: cuando decidieron “volver a Santa Pola o a algún puerto español por la situación límite”.

El pesquero rescató a 12 personas en alta mar a 80 millas de Libia el pasado noviembre cuando huían desesperadamente del “acoso” de un patrullero del país. Las autoridades interceptaron a 40 personas y estos comenzaron a lanzarse al mar, en un intento de escapar. Todo ante la tripulación estupefacta de Nuestra Madre Loreto, que se encontraba en el lugar y momento justo.

Ahí comenzó su odisea. Ni Italia, ni Malta, ni España aceptaban que el barco llegara a sus costas. Finalmente fue el segundo quien permitió que desembarcaran a los náufragos. Entre medias, 10 días duros con una cruel realidad en el barco, ya que contaban con el doble de tripulantes y escasez de enseres. Además, uno de los inmigrantes tuvo que ser trasladado en helicóptero debido a su delicado estado de salud.

Una vez en tierra, Durá no ha dudado en criticar la actuación del Gobierno español. “Lo ha hecho muy mal, desastroso”, ya que pasaron “10 días innecesarios y había barcos que podían haberse hecho caso”. Eso sí, finalmente “recalcularon, trabajaron un poco y los llevaron a casa”. Ahora, y tras una faena que ha ido regular, “toca descansar y pasar unas navidades especiales con la familia”. Y disfrutar como lo que son: héroes.