Las 'muñecas del amor', un negocio al alza a escala mundial

Se presenta orgullosa de su creación: la muñeca de goma que la acompaña. Alquilando especímenes como ella, y ahora vendiéndolas, una mujer de 35 años ha extendido su negocio desde su pequeño pueblo británico a toda Inglaterra y Estados Unidos. Allí ha encontrado su público esta madre de cuatro hijos que presume de personalizar estos juguetes a gusto del consumidor. Nada extraño en Japón, donde hace tiempo viven con ellas un intenso romance. ‘Muñecas del amor’, las llaman, cuando querrían decir sexo. Su mirada inexpresiva, su cuerpo inerte, les sirve a 2.000 japoneses al año para ocupar el vacío de sus vidas. Los clientes, en su mayoría, son hombres solos, de entre 30 y 70 años, que acaban enamorándose de una ilusión. Tanto que las pasean, las bañan y hasta las llevan de pesca… Un negocio en alza sin duda para una sociedad cada vez más enferma de individualismo y soledad, capaz de pagar más de 6.000 euros al sentir un incontrolable flechazo por una pareja de plástico.