Un ganadero transporta comida para los animalesPIXABAY
El condenado golpeó con una piedra a la víctima en la cabeza en seis ocasiones
Ambos ganaderos mantenían discusiones habitualmente por el uso del terreno
La víctima sufre trastorno orgánico de la personalidad y se le ha reconocido discapacidad
La Audiencia Provincial de León ha condenado a tres años y medio de prisión a un ganadero que apedreó a otro en marzo de 2018. Tras el suceso lo abandonó en la nieve, aunque finalmente acudió a atenderlo. Entre los dos existía enemistad. Cuatro años después, la víctima sufre secuelas físicas que le causan discapacidad.
De acuerdo a la sentencia, los hechos ocurrieron el 22 de marzo de 2018. El condenado conducía su tractor tras su jornada laboral en la localidad de Caboalles de Arriba (León). En un punto del camino, el vehículo recibió una pedrada en el lateral izquierdo. Inmediatamente lo paró y bajó de la cabina para comprobar qué había pasado. En dicho instante otra piedra impactó contra el interior del tractor.
Tras detectar el origen de las pedradas, el condenado y la víctima iniciaron una pelea. Ambos mantenían disputas habitualmente por el uso del terreno para el ganado. Tras caer al suelo ambos, a causa del forcejeo, el condenado cogió una piedra que limitaba el camino nevado en que estaban. Con la misma golpeó al otro ganadero en cabeza y rostro en al menos seis ocasiones.
Fracturas y cicatrices
Como consecuencia de los impactos, la víctima quedó tendida en el camino nevado. El agresor, ignorando las lesiones que pudiera sufrir, abandonó el lugar en su tractor para acudir a su casa. Cuando llegó se cambió de ropa y volvió pasados 20 minutos. Allí seguía el otro ganadero tendido sobre la nieve. Estaba inmóvil pero consciente. Al comprobar la situación, el condenado lo trasladó al centro de salud más cercano.
Durante el trayecto al centro de salud, el agresor llamó a la Guardia Civil para contar lo sucedido. Los agentes acudieron al edificio y tomaron declaración. La víctima requirió de traslado al Hospital Universitario de León por la gravedad de las heridas.
La sentencia indica que necesitó 472 días para recuperarse de los golpes. No obstante, actualmente sigue sufriendo varias secuelas: pérdida de olfato, pérdida de masa ósea en el cráneo, trastorno orgánico de la personalidad y varias cicatrices en cara y cabeza.
