Calvià impone multas de hasta 400 euros para tratar de frenar el turismo de borrachera

Así empieza una noche cualquiera en Magaluf. Es medianoche y ya hay turistas que vomitan en la acera. Punta Ballena, una calle de 500 metros, es el epicentro del turismo de borrachera. Aquí se han convertido en habituales las peleas a plena luz del día y hasta el llamado 'balconing', que ya ha dejado 5 muertes en el verano.

El ayuntamiento de Calvià, en la isla de Mallorca, busca alternativas para frenar el alto consumo etílico de los visitantes. Gritar, molestar o ir desnudos está sancionado con multas de hasta cuatrocientos euros. Los empresarios también se han unido a esta lucha contra el turismo 'low cost' y buscan mejorar la imagen de la zona. Algunos vecinos, sin embargo, aún se muestran escépticos y esperan los resultados para ver cómo este tipo de turismo acaba teniendo los días contados.