Susana Guerrero respira de momento tranquila. Su hija Nayara, de 10 años, no tendrá que volver de momento con su padre, como había ordenado una Juez de Talavera de la Reina (Toledo), que le había otorgado a él la custodia.
La Audiencia Provincial de Toledo ha decidido paralizar de momento su decisión sobre el recurso que había presentado Susana. Pedía la suspensión de todas las actuaciones porque el padre está siendo investigado por un juzgado de Gran Canaria por agresión sexual, tanto a Susana como a la niña.
El padre tiene ahora cinco días para presentar alegaciones y el juzgado señalará una nueva fecha para la decisión. Se abre una esperanza para Susana.
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