Los test de estrés que pasan las tablet para no estallar... y sí, son duras
telecinco.es
17/09/201815:11 h.El aumento de temperatura de la batería de una tablet puede llegar a provocar una sobrecarga y, como consecuencia, su estallido. Cierto que lo ocurrido hoy en el metro de Madrid es una excepción, porque los casos son mínimos. En este sentido, las empresas tecnológicas siguen al detalle un examen de resistencia de los dispositivos electrónicos que ponen a prueba sus límites. De hecho se prueba su capacidad de resistencia y también e usa talco para que muchas de ellas sean inmunes al polvo.
Tras lo ocurrido este lunes en el metro de Madrid, donde se han vivido momentos de pánico tras el estallido de la tablet de una de las pasajeras, los usuarios de este tipo de dispositivos electrónicos se preguntarán qué puede ocurrir para que esto pase. Según David Gómez, coordinador del Grupo ADSL Zone y experto en dispositivos electrónicos, la explosión de una tablet por leve que sea, es algo que "no sucede en un 99,9% de las veces". Solo cuando el dispositivo se encuentra cerca de una fuente de calor o expuesto de forma directa a la luz solar, es cuando se produce esta reacción.
Para prevenirlo, cada empresa lleva a cabo un exhaustivo examen de evaluación con unas pruebas bastante duras. Como el calor es una de las causas de los mayores defectos en el funcionamiento de tablets y smartphones, las marcas hacen todo lo posible para que sus productos puedan soportarlo. Para ello, someten a los aparatos electrónicos a condiciones extremas de temperatura y humedad, también en frío. Uno de los exámenes más detallados es dejarlos en el interior de un coche expuesto al sol durante cinco o seis horas y a unos 60ºC. Superar este tipo de evaluación es lo que evita que una tablet sufra una sobrecarga por el aumento de temperatura de su batería. También se someten a resistencia al agua.
Otro de los elementos esenciales de este tipo de dispositivos son las pantallas. Su uso y contacto excesivo en el día a día por parte del usuario las convierten en una parte susceptible de ser dañada. Para evitarlo, se someten a diferentes pruebas que comprueban su resistencia hasta a los disparos. Con el fin de poner a prueba su fuerza, las pantallas se someten a roces de tornillos o cuchillos. Y se llegan a tirar hasta de un metro de altura, para comprobar que no se rompen y también se las somete a vibraciones de diferentes intensidades. Se emplean también prensas hidráulicas de hormigón para comprobar su dureza.
No obstante, las explosiones de baterías de litio, que llevan incorporados móviles, tabletas y ordenadores, son muy llamativas pero "anecdóticas" en comparación con el número de estos dispositivos en el mercado. Así lo explica el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ricardo Jiménez, quien opina que la tecnología que incorporan este tipo de baterías es "muy segura" y su probabilidad de deflagración es "muy escasa".
Las baterías de litio llevan media década en el mercado, son usadas allí donde hace falta tener "mucha potencia y se tiene poco espacio", por eso, además de los dispositivos inteligentes, también lo incorporan desde bicicletas y monopatines eléctricos a una taladradora inalámbrica.
Su explosión se produce cuando hay algún fallo de fabricación o se ha generado por un golpe. Esto hace que la energía no circule adecuadamente y se genere un punto caliente en el que se acumula la energía y que es el que la perfora y genera la deflagración, que habitualmente "se trata de una explosión suave" y nunca "violentamente como una olla a presión", apunta. Cuando se produce este tipo de incidentes, lo que se quema es todo el material plástico del dispositivo, que genera mal olor.
Aunque la tecnología de esta baterías "es muy segura" y todas las baterías se prueban antes de comercializarse, este tipo de incidentes han comenzado a aparecer por llevar "al límite" los dispositivos. "Si tienes 200.000 amperios en un metro cuadrado, estás apretando mucho la tecnología y todo tiene sus límites" explica el científico sobre la dinámica del sector, que desde hace años tiende a reducir el espacio y aumentar las prestaciones. El incidente de hoy en Madrid se suma a la deflagración de un móvil en un avión este verano y al del teléfono de un niño en Burgos, aunque su pico mediático fue con el modelo Samsung Note 7, que la empresa tuvo que retirar del mercado el año pasado.
Sí, las tabletas soportan tres de estrés lo que no impide que, en ocasiones, puedan fallar y provocar el miedo