¿Quién es quién en ¡Llama a la comadrona!?

Jenny llegó a la Nonnatus House con 22 años. Su llegada al convento en 1957 le pilló por sorpresa ya que Jenny pensaba que trabajaría en un hospital privado. Jenny viene de una familia adinerada de las afueras de la capital y pronto tendrá que acostumbrarse a la las limitaciones materiales del pobre East End londinense.

Camilla Cholomondely-Browne, también conocida como Chummy, es la hija de una prestigiosa familia inglesa. Tiene una gran vocación por la enfermería. Su amabilidad y su buen humor le han hecho ganarse el cariño de sus compañeras de trabajo, a pesar de su timidez y su inseguridad. Parte de esta timidez le viene dada por su físico y su torpeza.

Sacrificada, estoica e inteligente Cinthya Miller es una enfermera de 20 años que trabaja como residente en la Nonnatus House. Cinthya es inconformista y, aunque su trabajo como comadrona pueda llegar a ser estresante, le reconforta ayudar a los demás. En cuanto a su carácter, es callada y sensible. Se convierte en la mejor amiga de Jenny.

Trixie es una enfermera glamurosa de veintitantos años que ya trabajaba en la Nonnatus House a la llegada de Jenny. Trixie está loca por el jazz, los cigarrillos Sobranie, los pintalabios rojo chillón y los vestidos más de moda. Es mucho más extrovertida que Jenny, pero comparte con ella la pasión por la aventura. Ambas se convertirán en muy buenas compañeras.

Julienne es la madre superiora que dirige la Nonnatus House. Es profundamente religiosa y muy práctica. Tiene una sensibilidad especial en el trato de los pacientes y suele mediar en las discusiones que casi a diario se producen en el monasterio.

Es la más joven de las monjas de la Nonnatus House, lo que hace que sea más comprensiva con el comportamiento de las jóvenes enfermeras que llegan al convento. Es resuelta y tiene una visión menos tradicional que el resto de las monjas sobre su trabajo.

Evangelina es una monja valiente, enérgica y atrevida. Es la única monja que ha crecido en el entorno pobre y difícil de la comunidad a la que ahora sirve. Tiene un sentido del humor muy ácido y en varias ocasiones ofende a sus compañeras con su claridad a la hora de decir las cosas a la cara.

La decisión de tomar los hábitos cayó como un jarro de agua fría para la familia aristocráctica de la que procede. Dedicó toda su vida a ayudar a los pobres de Londres. Ahora, a sus 90 años, empieza a dar muestras de demencia. Le apasionan las tartas, la astrología y hacer punto.