No es algo nuevo pero distintos estudios científicos lo corroboran. El sencillo gesto de besar pone en marcha al menos 30 músculos faciales, y estimula no sólo la piel, sino también la producción de adrenalina, que a su vez mejora el bombeo del corazón y ayuda a regular la presión arterial. Por si todo eso fuera poco, besar es placentero. Provoca bienestar y satisfacción inmediata. Ayuda a positivar y dicen que sus efectos actúan en el organismo como un antibiótico natural. Nuria Marco es terapeuta y lleva años trabajando con Terapias Positivas. La del beso es una de las terapias centrales de su consulta. La aplica en personas estresadas, a las que orienta para eliminar sus tensiones a través de algo tan liberador como el abrazo y el beso. Pero el beso valorativo, porque de lo que se trata es de tomar conciencia de ese beso.
Por su consulta pasan también madres con hijos que aprenden técnicas para estimularlos a través del contacto, una forma de ayudarles a crecer más alegres y seguros de sí mismos. Milay, una madre venezolana acudió a ver a Nuria cuando detectó que su hija tenía demasiados miedos para su edad. Ahora Dana corretea feliz por la consulta metiéndose con atrevimiento por todos los rincones.
Y para tomar conciencia de los besos, para pensar qué emociones o sentimientos queremos transmitir con ellos, ningún espejo mejor que el que ofrecen los actores. Acudimos a una clase de interpretación en la que se propone recrear varias situaciones que involucran besos de distinto tipo. Cuando vean este reportaje, quizá sientan necesidad de practicar... No lo duden, beneficia a todo el mundo.
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