"Estamos dónde esperábamos estar. En carrera no ha pasado nada raro. No ha habido coche de seguridad y no hemos tenido abandonos, ni toques", ha dicho.
"Sabía que era el más ligero, y esta era la estrategia que elegimos. Cuando acaba la carrera es fácil saber cuál hubiera sido la más acertada", ha agregado.
"Yendo tan despacio, no hay nada que hacer. Lo que nos hace falta es ir medio segundo más rápidos", señaló un Alonso algo apesadumbrado.
"El coche que estamos usando es el mismo que el de Bahrein, así que cualquier modificación que se le haga, bienvenida sea. El coche va peor cada vez, necesitamos mejorarlo. Hay que seguir insistiendo hasta encontrar lo que lo mejore", ha sentenciado.