A un lado de la ciudad de Vondrados se sitúan los devotos de San Markos, al otro, los de Santa María de Erithianis y una sirena anuncia el inicio de la batalla de cohetes. A partir de ese momento y hasta la madrugada el cielo se llena de luces y humo.
En ambos templos se reúnes otros muchos feligreses porque es noche de oración. Ambas iglesias se llenan mientras los cohetes chocan contra puertas y ventanas.
Nadie sabe seguro como comenzó esta tradición. La versión más extendida asegura que comenzó en el siglo XIX, cuando los otomanos prohibieron a los griegos usar cañones para celebrar la Pascua. Los cohetes fueron la alternativa. Así se cree que nació una tradición que nunca, ni siquiera ahora, ha sido legal. BQM