Los marineros no daban crédito. Su presa llevaba restos humanos en el interior. De inmediato dieron aviso a al policía. Los agentes han encontrado en el estómago del tiburón tigre de cuatro metros un pie derecho, brazos y parte de un tronco.
Y como hacen los televisivos agentes de CSI, la policía trabaja para determinar a quien pertenecen tales restos. Las primeras pruebas forenses han determinado que se trata de un hombre de color y de gran tamaño. Aún es pronto para determinar si fue engullido ya muerto o si falleció en el ataque del escualo.
En cuanto a la identificación se barajan dos posibilidades. La primera, que se trate de un inmigrante que intentaba alcanzar las costas de Florida y la segunda, cualquiera de las tres personas cuya desaparición en el mar se había denunciado en la última semana.
En este último caso la víctima podría ser Frank Brown, de 63 años, y Newton Delton, de 47, que avisaron de un problema en el motor de su barco y nunca regresaron a puerto o Marie Levine, también desaparecida en el mar. No obstante, los expertos también han señalado que los tiburones recorren distancias enormes y que los restos podría no ser de alguien de Bahamas. EBP