"Ahora sé el peso que tiene un fallo en la Copa del Mundo", dijo el portero a su llegada al aeropuerto de Río de Janeiro acompañado por varios miembros de la Canarinha, que fueron escoltados por efectivos de la Policía militar fuertemente armados para evitar disturbios.
En unas declaraciones difundidas por los medios del país, Julio Cesar, quien no pudo controlar el llanto y se fundió en un sentido abrazo con su madre, comparó la derrota frente a Holanda con "una cuchillada en el pecho" y aseguró que la eliminación del pasado viernes ha sido más dolorosa que la ocurrida en la misma fase en el Mundial de 2006.
"Sólo tengo que agradecer a esta afición por el cariño que nosotros estamos teniendo ahora en esta recepción", concluyó.
Un segundo grupo de la selección, en el que se encontraban Robinho, Kaká, Luis Fabiano y Maicon, entre otros, aterrizó minutos más tarde en Sao Paulo.
Sin embargo los integrantes del equipo brasileño no salieron por la zona de llegadas del aeródromo para evitar en contacto con la prensa y con la afición, que aguardaba a los jugadores.
La selección de Brasil fue apeada del Mundial por el conjunto holandés el pasado viernes en un encuentro disputado en la ciudad sudafricana de Puerto Elisabeth.
En el primer tiempo, la Canarinha logró ponerse por delante en el marcador con un gol de Robinho, pero en la segunda parte un error cometido por Felipe Melo y Julio César precipitó el primer tanto de Holanda, que minutos después ampliaba su ventaja con un segundo gol de cabeza de Wesley Sneijder, que aniquilaba el sueño de Brasil de