Uno de los problemas que se quejan los funcionarios es de la unidad de escalas masculina y femenina en una sola gracias a la ley de igualdad. Esto hace que mujeres estén vigilando en prisiones de hombres. Recordemos que estos son mayoría en nuestras cárceles, prácticamente el 90% de la población reclusa es masculina.
Lo que nos cuenta Lola dice mucho de los riesgos que esto entraña: "Nos hemos encontrado con que las funcionarias cuando van a registrar las celdas de los presos se los encuentran que se están masturbando. De hecho en una ocasión un preso fue forzada por un interno".
Los sindicatos Acaip y CSIF del sector de prisiones se muestran de acuerdo en que la situación de las cárceles está a punto de estallar. Mientras tanto, ha tenido que ser el director de la cárcel de Almería, Miguel Ángel de la Cruz, el que ha tenido que hablar para restar importancia a las quejas. Es de agradecer que un funcionario público haya dado su versión que no coincide con la de los funcionarios. Según Miguel Ángel el ambiente en las cárceles es óptimo y gracias a que cada vez se utilizan más las penas alternativas a la prisión estas no están saturadas.
Sin embargo para CSIF y Acaip no resulta lógico que la vigilancia de 150 presos dependa de 2 funcionarios. Este es un dato que en ocasiones ha sido objeto de equívocos. Es cierto que hay más funcionarios (psicólogos, oficinistas, etc.) pero no están dedicados a labores de vigilancia.
En cualquier caso, el reportaje son testimonios obtenidos fuera de la cárcel. Porque para saber que pasa dentro de ella hay que entrar y a las televisiones sólo nos dejan en contadas ocasiones.
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