Cuando todo apuntaba al empate en un choque pesado por la cantidad de agua que caída durante el encuentro, el extremo turco lanzó un derechazo que se introdujo en la portería de Benaglio.
La tensión se hizo notar en los primeros minutos, que fueron un constante ir y venir de unos y otros sin llegar a culminar sus jugadas. El juego se limitó al centro del campo, donde se sintió más cómoda Turquía. Los de Fatih Terim llevaban la iniciativa pero apenas inquietaron a los locales, que poco a poco se fueron soltando.
Así, primero Barnetta y después Inler y Yakin pudieron abrir un marcador que terminó inaugurando el propio Yakin, de origen turco. Derdiyok aprovechó un balón por encima de la defensa para regatear al guardameta y ceder a Yakin para que anotara, con suspense porque el agua frenó la pelota, el primer tanto del choque.
Semih empata el partido
Tras la reanudación, Turquía buscó más el ataque pero sin recompensa. El campo ya no estaba tan espeso y las llegadas de sucedieron en ambas porterías hasta que Semih puso las tablas en el marcador. El gol, sin embargo, espoleó a los locales, conscientes de la necesidad de apretar para continuar al menos una jornada más con posibilidades en su torneo.
La suerte cae del lado de Turquía
Suiza lo buscó hasta los minutos finales, cuando el miedo a perder se adueñó de los dos conjuntos. Ambos pudieron sentenciar, pero finalmente esa suerte cayó del lado de Turquía, que consigue sus primeros tres puntos y buscará la clasificación con la República Checa en el último encuentro. AC