Hacía año y medio, desde que se declaró la pandemia, que no vivíamos un puente igual. Desde la tarde de ayer estamos viviendo un éxodo masivo, sobre todo, de las grandes ciudades hacia los habituales destinos vacacionales, fundamentalmente de playa. Millones de ciudadanos se han echado a la carretera o han decidido coger trenes y aviones en busca del descanso. La ocupación hotelera en las zonas de costa supera incluso a la registrada en los tiempos de pre-pandemia y lo mismo pasa en las casas rurales, que superan el 60 por ciento de ocupación con comunidades como Navarra superan incluso el 90 por ciento.
La situación epidemiológica mejora y eso se nota en la recuperación de ciertas costumbres. España se encuentra por fin en riesgo bajo de contagio por Covid, tras bajar de la barrera de los 50, y esa mejoría está propiciando un levantamiento progresivo en las restricciones que ya disfrutan muchas comunidades.
En Cataluña, por ejemplo, este es el primer fin de semana de apertura del ocio nocturno, tras el aval judicial. En lugares como Madrid se puede volver a bailar en las pistas, eso sí con mascarilla y sin bebida. Y en el País Vasco se levanta la prohibición de consumir en barra.
Además, la ministra de transportes ha anunciado esta mañana que en breve se eliminarán las restricciones de acceso a los aeropuertos.
Noche complicada en La Palma. El volcán de Cumbre Vieja aumentó su explosividad, se derrumbó parte del cono y han surgido nuevas coladas por primera vez en la zona norte que están arrasando casas, polígonos industriales, infraestructuras y cultivos.