102 años han pasado desde que Robert Marchand llegó al mundo. Desde entonces, este bombero ya retirado se ha propuesto dejar una huella imborrable en los libros de récords como el ciclista más longevo sobre dos ruedas. "Sé que os va a costar que me creáis, pero no he llegado en plena forma, sólo estoy al 90 por ciento de mi capacidad", alardeaba tras la prueba. 27 kilómetros en una hora en este velódromo le han bastado a Robert para mantener la corona en la poco concurrida categoría de mayores de 100 años. "Sólo es un suponer, pero si llegase a los 150 años seguiría pedaleando y trataría de batir todos los récords propios de esa edad". Sus fans, que tampoco son precisamente unos muchachos, tienen en este hombre todo un ejemplo a seguir. Confirmando que la juventud de espíritu es un motor inagotable.