Redes sociales y verano: los peligros de conectarse a un red wifi pública en vacaciones

La mayor parte de los desplazamientos por vacaciones se llevan a cabo en verano, momento en el que las redes sociales se llenan de contenidos subidos por sus usuarios en todo tipo de destinos. Gracias al servicio de roaming o itinerancia que ofrecen los operadores de telefonía cada vez es más sencillo estar constantemente conectados, y es que queda claro que Internet es más importante incluso que el agua caliente. Sin embargo, hay ocasiones en las que la cobertura no es buena o en las que se busca ahorrar datos conectándose a una wifi pública, pero esto conlleva una serie de riesgos.

Esta opción puede resultar adecuada para alguna emergencia o para realizar alguna acción puntual, pero hay que poner mucho cuidado, ya que conlleva un buen número de peligros que expondremos a continuación.

Los hackers se mueven a sus anchas

Cuando se trata de una red wifi pública abierta, cualquier usuario puede conectarse sin necesidad de introducir una contraseña. Esto facilita su uso a todo aquel que necesite navegar por internet, incluyendo a los delincuentes, que podrán campar a sus anchas sin ningún tipo de restricción. 

“La mayor amenaza para la seguridad de una red wifi gratuita es la capacidad del hacker de posicionarse entre el usuario y el punto de conexión. Por lo tanto, en lugar de comunicarte directamente con el punto de conexión, estás enviando la información al hacker, que después la transmite”, explica la compañía especializada en ciberseguridad Kaspersky Lab.

De este modo, el delincuente tendrá acceso a toda la información que el usuario maneje en su dispositivo electrónico, ya sea un teléfono móvil, una tablet o un ordenador portátil. Por lo tanto, pueden verse afectados correos electrónicos, la navegación por internet, el acceso a los perfiles en las redes sociales e incluso las credenciales de la banca online. 

¿Cómo actúan los hackers?

Así pues, las redes wifi públicas proporcionan el escenario perfecto para que un hacker lleve a cabo sus tropelías. Para ello pueden optar por varias opciones de engaño o de ataque que cogerán por sorpresa a cualquier usuario confiado que piense que se encuentra en un entorno seguro.

  • Red wifi falsa. En este caso, los delincuentes crean una red wifi falsa con el nombre de un establecimiento cercano. En el momento en que una persona se conecta, su dispositivo estará en peligro. 
  • Ataque de “man in the middle”. Este ciberataque es el más utilizado en las redes wifi públicas. El hacker se sitúa en el centro de la transmisión –de ahí el nombre: “hombre en el medio”–, lo que le proporcionará el control de los sitios web que se visitan o de los perfiles en redes sociales con los que se interactúa. Es decir, si por ejemplo una persona se conecta a la wifi abierta de un aeropuerto o de una estación de trenes para subir un contenido a Instagram o TikTok, podría darse el caso de que en realidad lo esté haciendo a través de ese intermediario fraudulento que a partir de ese momento tendrá acceso al perfil de esas redes. Esto mismo puede ocurrir cuando se realiza una operación con una aplicación de banca online o cuando se utiliza el servicio de correo electrónico.

Una vez que tienen acceso al dispositivo del usuario, los ciberdelincuentes pueden introducir algún malware, robar toda la información que tenga –incluidos los datos más importantes–, redirigirle a páginas web fraudulentas o directamente secuestrar el dispositivo de manera que no pueda ser utilizado por su dueño. En estas ocasiones suelen solicitar una cantidad económica a cambio de recuperarlo. Cabe señalar que no conviene caer en el chantaje y pagar, puesto que pueden dejar malware instalado para hacerse con el control nuevamente cuando deseen.

Cómo conectarse a una red wifi pública

Ya hemos apuntado que a pesar de los peligros, las redes wifi públicas nos pueden sacar de un apuro, dado que ofrecen una conexión inmediata. Pero para utilizarlas hay que tomar algunas precauciones que no hay que obviar. De lo contrario, publicar un reel o un short puede salirnos muy caro.

  • Instalar un software de seguridad efectivo ante la mayor parte de los ataques que se puedan recibir por internet.
  • Desconfiar de las redes wifi con nombres extraños o que solo se asemejan a la real.
  • Instalar las actualizaciones de software que solicita el dispositivo y no demorar esta acción, ya que suelen incluir parches que mejoran la seguridad.
  • No realizar nunca operaciones críticas como movimientos bancarios.
  • Finalmente, cuando no se tiene intención de acceder a una red wifi, conviene mantener desconectada la conexión inalámbrica del móvil. La razón es que el hardware “continúa transmitiendo datos con cualquier red dentro de su rango de alcance”, explican en Kaspersky Lab, a lo que añaden: “Existen medidas de seguridad para evitar que esta comunicación sin importancia llegue a ser peligrosa, pero no todos los routers inalámbricos son iguales, y los hackers pueden ser bastante inteligentes”.

En definitiva, si te vas de viaje y en alguna ocasión optas por conectarte a una red wifi pública, extrema las precauciones. Los hackers pueden estar acechando.