Samantha Mawdsley decidió publicar una reseña en Facebook sobre un restaurante de Manchester, Reino Unido. Sorprendida se quedó cuando tal inofensiva acción recibió como respuesta una foto íntima de James, un usuario que ella desconocía.
En la foto en cuestión se veían los genitales del acosador cibernético y Samantha decidió vengarse de James con su propia medicina: enviándole fotos de miembros viriles. Algo que no gustó al acosador: "¡Voy a vomitar! ¡Por favor, déjalo ya!", escribió el tal James en Facebook.
Samantha paró pero, como recoge, la BBC, antes hizo público en sus redes sociales los datos y mensajes que había recibido por parte de James, algo que él le había pedido que no hiciera.