La acidificación de los océanos provoca que los corales jóvenes desarrollen esqueletos deformes

EUROPA PRESS 22/02/2016 13:42

Una nueva investigación, publicada en 'Science Advances', ha determinado ahora que los corales jóvenes están desarrollando esqueletos deformados y porosos cuando crecen en aguas acidificadas, lo que podría provocar que para éstos sea más difícil establecerse en el arrecife y sobrevivir hasta la edad adulta.

Los expertos explican que los corales varían en sus respuestas al estrés, no sólo entre especies y ubicación, sino también entre las diferentes etapas de su ciclo de vida. Así, los corales juveniles son extremadamente importantes para la salud de un arrecife, ya que ayudan a reponer la población y también a recuperarse de perturbaciones graves, tales como el blanqueo o las tormentas.

Sin embargo, aquellos corales recién asentados son pequeños (por lo general de alrededor de 1 mm de diámetro) y por lo tanto muy vulnerables a sucesos como el crecimiento excesivo y la depredación. Para sobrevivir en la edad adulta, los científicos apuntan que necesitan crecer rápidamente y pasar cuanto antes por la etapa de tamaño vulnerable. Para hacerlo, deben construir un esqueleto robusto que puede mantener su integridad estructural durante el crecimiento.

Dos son los factores principales que afectan al crecimiento de los corales: la temperatura del océano y la concentración de dióxido de carbono. El trabajo advierte de que ambos están en aumento a medida que el hombre continúe emitiendo enormes cantidades de CO2 en la atmósfera.

EL ESTUDIO

Los científicos han estudiado varios de estos corales. Para ello recogieron huevos de coral juvenil en la isla de Basile (Australia)y los cultivaron asentados bajo condiciones de temperatura y de CO2 similares a las que se esperan a finales del siglo si no se toman medidas para frenar la trayectoria actual de las emisiones de CO2, según señalan algunos de los principales estudios.

A continuación, utilizaron microscopía de rayos X en 3D para ver cómo estas condiciones afectan a la estructura del esqueleto. Esta técnica consiste en tomar muchas imágenes de proyección de rayos X de la muestra (en este caso alrededor de 3.200) y luego reconstruirlas en una imagen en tres dimensiones.

ESQUELETOS DEFORMADOS Y POROSOS

Una vez llevado a cabo todo el proceso, los científicos determinaron que los corales que crecen bajo niveles altos de CO2 no sólo mostraron una reducción en el crecimiento del esqueleto en general, sino que, además, desarrollaron una serie de deformidades esqueléticas.

Sorprendentemente, el aumento de temperatura no tiene un impacto negativo en el crecimiento del esqueleto y para algunas medidas incluso ayuda a compensar los impactos negativos de los altos niveles de CO2, una respuesta que, según los autores, pueden ser exclusivas de los juveniles subtropicales.

Sin embargo, de forma generalizada, el estudio pone de manifiesto la vulnerabilidad de los corales juveniles a la acidificación del océano.

En virtud de la trayectoria de las emisiones de CO2 actual, los resultados indican que los corales jóvenes no van a ser capaces de construir con eficacia sus esqueletos. Esto podría tener implicaciones más amplias para la salud de los arrecifes, ya que sin nuevos reclutas sanos, no van a reponerse y será menos capaz de recuperarse de posibles perturbaciones.