¿Te la comerías? La carne producida en laboratorio llega a los restaurantes

  • Por primera vez, carne de pollo cultivada se va a servir a los clientes de un restaurante

¿Es posible crear un filete de carne en el laboratorio y comercializarlo para consumo humano? La respuesta es que sí. La Agencia de Alimentos de Singapur (SFA) aprobó el pasado 26 de noviembre el consumo de carne de pollo producida en laboratorio por la empresa californiana Eat Just.

Este sábado 19 de diciembre de 2020 será la primera vez de la historia que este tipo de producto sea servido a clientes de un restaurante. El menú confeccionado por Eat Just consiste en varios platos que incluyen carne cultivada de pollo crujiente en gofre de arce con especias y salsa picante, pollo crujiente con sésamo en un panecillo con cebolleta y pepino encurtido, y un hojaldre de pollo con puré de frijoles negros, ajo y lima.

Cómo se fabrica carne de laboratorio

La carne de pollo se obtiene de células madre de animales que son cultivadas y alimentadas para después hacerlas proliferar de forma masiva en biorreactores en un proceso que es parecido a la fabricación de la cerveza.

En el caso del pollo de Singapur, el método de crecimiento de las células requirió el empleo de suero de sangre fetal bovina que es rico en nutrientes, pero la idea de la compañía es sustituirlo por suero de origen vegetal.

Ventajas e inconvenientes

El proceso tiene varias ventajas ambientales y éticas como son el hecho de que evita sacrificar animales, disminuye el empleo de antibióticos de uso veterinario, utiliza menos porción de terreno y cantidad de agua para obtener la misma cantidad de carne pollo y el contenido proteico del producto es similar al tradicional obtenido de animales vivos.

Las principales desventajas es que de momento la carne de laboratorio es mucho más cara de producir que la carne ordinaria por lo que el precio en el mercado será muy superior y que además requiere gran cantidad de energía para su elaboración, lo que puede incidir negativamente en la cantidad de gases con efecto invernadero emitidos.

¿A quién se le ocurrió?

La idea de obtener carne cultivada no es nueva. En el año 2013, Mark Post de la Universidad de Maastricht presentó la primera hamburguesa de vaca creada en un laboratorio. Post obtuvo la hamburguesa utilizando células madre obtenidas de tejido muscular vacuno descartado de mataderos de vacas de las razas Blanc Bleu Belge y Blond Acquitaine.

En tres semanas de cultivo y crecimiento en el laboratorio se obtienen 3 millones de células que son fusionadas en fibras musculares de 1 centímetro de largo y unos pocos milímetros de espesor. Con las fibras se configuran bolitas que son congeladas hasta que hay suficiente cantidad para descongelarlas y compactarlas formando una hamburguesa. La carne cultivada es tejido muscular puro por lo que presenta tonalidad blanca.

La hamburguesa de 250.000 euros

Para colorear la carne obtenida y darle un aspecto más apetecible para el consumidor, utilizaron mioglobina, una proteína muscular que aporta color rojo a la carne. La hamburguesa obtenida, de 141 gramos de peso, estuvo formada por unas 20.000 tiras de tejido muscular, tardaron 5 años en desarrollarla y el precio del proceso alcanzó los 250.000 dólares.

La experiencia sirvió para sentar las bases al desarrollo de carne cultivada y abaratar los costes de producción hasta conseguir un producto asequible y rentable económicamente como es la carne de pollo de Eat Just. La empresa Eat Just no está sola en la apuesta de ofrecer al mercado alimentos animales hechos en el laboratorio.

¿Boom de la carne cultivada?

En febrero de 2016, la compañía Memphis Meat anunció la creación de albóndigas hechas con carne cultivada y en marzo de 2017 comunicó la creación de platos que contenían carne de pollo y pato cultivada a partir de células madre.

La empresa Clara Foods, radicada en Silicon Valley está desarrollando tecnología para obtener proteína animal sin necesidad de utilizar animales. Entre sus productos destaca la obtención de huevos blancos hechos a partir de albumina producida en levaduras.

La empresa biotecnológica californiana Perfect Day Inc. ha desarrollado procesos de obtención de proteínas lácteas, como la lactoglobulina, la caseína y la lactoalbúmina, por fermentación microbiana en biorreactores sin necesidad de extraerlas de la leche animal y comercializa sus productos a través de Urgent Company, que vende la marca Brave Robot de helado lácteo vegano en California.

En definitiva, los métodos de producción de carne cultivada han avanzado mucho en la última década y nos dejan entrever un futuro en el que quizás desempeñe un papel fundamental en la alimentación humana.