Los ocho monstruos marinos más raros del mundo

Cuando ya pensabas que lo habías visto todo, llega el huracán Harvey y arrastra a las playas de Texas un impresionante y extraño animal marino que es difícil de clasificar. Como este caso, a lo largo de la historia, se han descubierto alguna que otra 'sorpresa' en las profundidades del mar cuanto menos original. Estas son las ocho especies del reino marino que te dejarán 'ojiplático'.

Hace ya cien años que se descubrió el primer calamar vampiro y hasta hace unos años no se dio con el método de alimentación de estos animales: se objetó que se alimentaban de 'nieve marina', es decir, restos de algas y animales que viven en aguas más superficiales y que, una vez muertos, descienden a las profundidades del océano, junto con excrementos. Son los únicos de la familia de los cefalópodos que lo hacen así: frotan sus filamentos para extraer esta materia y mezclarla con mucus para formar bolas de alimento. Su alimentación les permite sobrevivir en hábitats diferentes al resto de sus primos hermanos los calamares, con menos oxígeno.

Original de Japón, este extraño animal es el 'Takāshigani', literalmente "cangrejo de patas largas". No lo veras en cualquier playa del país, sino al sur de la isla de Honshū, a 500 metros de profundidad. Son ciegos y, por ello, han desarrollado un oído muy bueno que les permite oír de todo. Además, sus pelos captan ondas de sonido incluso aunque sus propios oídos no las reciban. Pesan 20 kilos y pueden llegar a vivir 70 años. ¿Y que hay de su rasgo más característico? Las patas de este crustáceo pueden llegar a medir cuatro metros de longitud.

Primos hermanos de los 'bichos bola' y las cochinillas de humedad. Los isópodos gigantes habitan en las profundidades del océano Atlántico, donde la luz del Sol no alcanza, y se 'acobardan' encogiéndose como una pelota. Se alimentan de restos de animales muertos, pero no desechan un buen pepino de mar o una esponja si el hambre aprieta mucho (que no suele ocurrir porque aguantan meses sin comer). Parece un 'fósil viviente' y es que esta especie es de las más antiguas del océano.

Son muy muy muy lentos… Sus aletas anal, dorsal y pectoral son tan pequeñas y están muy retrasadas por lo que su velocidad es escasa. Estos peces amarillos con puntos iridiscentes no miden más de 50 centímetros, poseen forma cúbica y cuernos en la parte frontal. No navegan más profundo de los 50 metros y lo hacen en el Océano Indo-Pacífico, el mar Rojo y África Oriental hasta Indonesia, Marquesas y Japón meridional.

Más de un susto dieron a Marvin y Dory en su búsqueda a Nemo, y no es para menos. Estos curiosos peces celesteos son chatos, con cabeza gigante, dientes como alfileres y pueden llegar a medir hasta dos metros. Su sentido más valioso es el olfato, con el que consiguen encontrar hembra que fecundar, y el más atrofiado el digestivo, que les condena a buscar pronto descendencia antes de volverse totalmente dependiente… Extraño, ¿verdad?

Aunque no somos su presa más suculenta, el pez abisal posee un veneno que puede ser mortal si entra en contacto con nuestra piel. Para nuestra tranquilidad, suele alimentarse de crustáceos y otros peces (a veces, más grandes que él), y su mayor rival es la medusa, la única que se atreve a plantarle cara. Sus fauces guardan una doble fila de minúsculos, pero afilados, dientes que se pueden mover de atrás hacia delante para atacar. El apodo 'víbora' se le ha concedido, además de por su maldad, por su aspecto alargado (de unos 20 centímetros). Si vas por las aguas del Pacífico, no bucees muy profundo.

No es que lo diga El Tiempo Hoy, el pobre pez ha ganado la estatuilla al más horrible de todas las especies por su gran parecido con Jabba el Hutt (de La Guerra de las Galaxias). ¿Quién ha decidido el premiado? Hay una organización específica para esto: la Sociedad para la Preservación de los Animales Feos (UAPS, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo dar a conocer animales en peligro de extinción y que no se ajustan a las preferencias estéticas de la mayoría de la sociedad. Te los puedes encontrar en aguas templadas (entre los 3ºC y los 9ºC) de las costas de Australia y Tasmania.

Mandíbula flexible, 300 dientes repartidas en varias filas, cuerpo reptante y muy flexible. Este animal marino también se conoce como tiburón de gorguera, mide cuatro metros y suele resguardarse en las profundidades del Atlántico y del Pacífico. No obstante, le debe apasionar el país nipón, pues suele surcar las aguas japonesas menos hondo, asustando a más de un pescador. Se ha dicho muchas veces de ellos que son como 'fósiles vivientes' por su riqueza histórica: estudios revelan que nadó entre dinosaurios como la especie más antigua de tiburón que se conoce hasta ahora. Sí, tiene más de 6,5 millones de años a sus espaldas.