El salto a una nueva generación no es fácil; las compañías no conocen las nuevas plataformas y no sacan todo el partido posible, y en ocasiones vemos conversiones de títulos desarrollados en primer lugar para la generación pasada, por lo que pese al entusiasmo reinante, también es fácil decepcionar.
Ryse ha sido uno de los primeros videojuegos anunciados para Xbox One y uno de los primeros mostrados en la rueda de prensa pre feria celebrada el pasado lunes. Se trata de un desarrollo directo para la nueva consola de Microsoft y eso ha permitido que sea impactante en lo visual y que se aprecie un salto en la primera toma de contacto.
El protagonista, Marius, tiene un acabado y unas animaciones faciales bastante detalladas y llamativas. Además, ya en los primeros segundos de la demo mostrada en el E3 se pueden apreciar múltiples detalles que impresionan, como una bola de fuego lanzada por el enemigo durante el asedio que centra esta demo.
El desarrollo de lo mostrado consistía en combates en tercera persona con un control bastante -quizá demasiado- sencillo basado en cuatro botones: atacar con espada, golpear con escudo, protegerse y rematar, cuando un icono aparece en la cabeza del enemigo.
PELEAS CON CABEZA
Debemos mover al personaje en torno a los enemigos, que se presentan en número y nos rodean, vigilando sus ataques y protegiéndonos en el momento adecuado. En este sentido, se parece más a un Zelda o un Prince of Persia que a un God of War. El personaje interacciona de forma contundente con los enemigos y las animaciones son detalladas y fluidas. Ver a Marius elevar a un enemigo con la espada ensartada en el vientre por encima de sí mismo sin duda es un espectáculo.
El sistema de combate es bastante convincente y anima a pelear con cabeza más que a machacar los botones. Sin embargo, de momento lo visto en la demo es algo simple y abusa de los quick time events (QTE), que surgen cada vez que derrotamos a un enemigo -o enemigos, porque también hay QTE para acabar con dos enemigos a la vez-.
Aunque la demo consistía casi todo el rato en peleas en tercera persona, en un momento permitía comandar una formación de legionarios para reducir la distancia con la muralla de la fortaleza. En ese momento el control cambia y se simplifica; hay que alternar una formación en la que todos se protegen con escudo en tortuga cuando se aproxima una lluvia de flechas con el lanzamiento de pilums.
A pesar de pequeños defectos, como el abuso de los QTE o la repetición de modelos de enemigos, Ryse: Son of Rome sirve perfectamente de adelanto de lo que podremos ver en la nueva generación en términos gráficos, porque es bastante espectacular. Si Crytek sigue profundizando en el sistema de combate y aporta la variedad y emoción necesarias, puede convertirse en uno de los primeros grandes bombazos de Xbox One.
Enlaces relacionados:
- Ryse, gameplay parte 1 (https://www.youtube.com/watch?v=gD2WPdZMYOo).
- Ryse, gameplay parte 2 (https://www.youtube.com/watch?v=e_Ums-_1eOg).
- Ryse, gameplay parte 3 (https://www.youtube.com/watch?v=ft-QQitFPo0).