Twitter sale a bolsa con un valor de 10 millones de euros, muy por debajo de los exagerados 100 millones en los que se valoró en su puesta en marcha en bolsa la pasada primavera a su gran competidora Facebook.
Ahora los publicistas y expertos aseguran que Twitter, a pesar de sus siete años de vida, tiene mucho que ganar aún, con 400 millones de tuits al día y más de 500 millones de usuarios registrados, en ellos, algunos tan célebres como Madonna, Lady Gaga, David Cameron y el Dalai Lama.
La red social que comenzó como una manera de decirle a los amigos lo que estabas cenando, ahora se utiliza para alimentar las revoluciones árabes y la obsesión de las fans de Justin Bieber. Así dos de sus fundadores serán multimillonarios en el tiempo en el que se tarda en escribir un tuit de 140 caracteres.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en Twitter. Un nuevo libro ha revelado que uno de sus fundadores, Noah Glass, el genio de la informática que pensó el nombre, está relegado dentro de la compañía y prácticamente no hace nada. El origen caótico de la red social también esconde una historia llena de puñaladas por la espalada y traiciones.
Según Nick Bilton, columnista del New York Times que ha escrito Hatching Twitter, la red social nació cuando un par de amigos intentaban recuperarse de una noche de fiesta. Sentados en un coche Glass propuso crear una red social en la que la gente pudiera decir en pocas palabras lo que estaba haciendo en ese momento. Jack Dorsey, que estaba pasando por un divorcio y se sentía solo, añadió que sería buena idea que la gente pudiera hablar a través de la red con sus amigos.
De repente un día, Glass llegó al nombre de Twitter cuando su teléfono empezó a vibrar en su bolsillo, cuenta el diario Daily Mail. A los pocos meses Glass, que se había sumergido por completo en el proyecto, le confesó a Dorsey que temía que sus colegas le querían apartar del proyecto. Estaba en lo cierto, cuenta el libro, aunque no sabía que era Dorsey quien estaba conspirando en su contra.
Dorsey, descrito por sus colegas como maquiavélico, había amenazado en secreto con salir de la empresa a menos que Glass fuese despedido. Y se salió con la suya. Glass fue despedido acusado de ser un borracho que reveló el proyecto secreto a sus competidores. Le dieron un número despreciable de acciones de Twitter, que luego vendería.
Dorsey se hizo el sorprendido cuando Glass le contó lo sucedido. Glass, cuenta Bilton, aún hoy está sumido en una depresión mientras sus colegas se harán desde hoy multimillonarios.
Lanzaron Twitter y todo fue sobre ruedas, especialmente para Dorsey que cada vez pisaba menos la compañía y cuyos colegas le echaban en cara que desatendía su trabajo. Una noche en un motel le dieron 150 euros y le dijeron que solo podía permanecer en la presidencia de la compañía sin poder real.
Sin emabrgo, Dorsey consiguió hacer ver al mundo que él era la verdadera cabeza de Twitter, una red social con cientos de celebrities entre sus usuarios. Dorsey llegó a decir en una entrevista en Vanity Fair que la idea de Twitter la tuvo en 1984, algo difícil si se tiene en cuenta que entonces no existía Internet, señala el periodista del New York Times.
Así, Dorsey se obsesionó con el cofundador de Apple, Steve Jobs, cuenta el libro, al que imitaba en su manera de hablar, de vestir y hasta en sus gustos musicales.
Después de todo esto, Dorsey hoy será multimillonario cuando la red social más famosa del mundo salga a Bolsa.
El tercero en discordia, Williams, está casado, tiene dos hijos y vive en San Francisco . Tiene la mayor parte de la empresa - más de un billón de dólares-.