Según cuenta el Coventry Telegraph, ambos estaban teniendo sexo cuando ella cogió una plancha caliente y la puso sobre sus genitales. Después usó una botella rota para seguirle atacando. Cuando huyó del apartamento del joven herido, este llamó a la policía para contarle lo sucedido y dio comienzo la investigación que sacó a relucir que Kenya Alozie era una estudiante de la Universidad de Coventry a la que le estaba a punto de caducar su visado y que pronto tendría que volver a Nigeria con su familia. Mientras tanto, el hombre tuvo que ser operado en varias ocasiones por quemaduras y cortes profundos
Fue por eso que la Policía de Greenwich logró detenerla en el aeropuerto de Heathrow antes de que pudiera coger un avión. El Juzgado la ha condenado a nueve años de cárcel por "cometer un calculado y planeado ataque", ya que según cree podría haber preparado tanto la botella como la plancha para atacarle en el momento más inesperado