Seis estudios de arquitectura de habla hispana, cuatro de España y dos provenientes de Chile, presentan en la Bienal de Venecia una propuesta arquitectónica moderna basada en lo funcional y lo práctico y de la que el público podrá disfrutar desde mañana y hasta el próximo 21 de noviembre.
Una de esas seis propuestas arquitectónicas es la del español Andrés Jaque, quien ha llevado a la Ciudad de los Canales (norte de Italia) su obra "Fray Foam City", una pieza que alude a una vivienda en la calle Pez de Madrid realizada con 12.000 celdas de acero unidas entre sí por medio de conectores de nailon.
La obra, como el mismo Jaque explicó en una entrevista con Efe, pretende ser un diagrama tridimensional con las proporciones exactas de las necesidades que el ser humano requiere en su entorno y en su vivienda para poder vivir.
"La arquitectura no es la construcción de edificios, sino la reconstrucción del día a día de nuestros actos. Es equipar el día a día del ser humano. Es dotarnos de más herramientas para hacer que habitar sea algo más excitante", afirmó Jaque.
"Mi objetivo en Venecia no es aportar una solución práctica, sino sólo hacer visible una realidad conocida y así poder enrolar a los usuarios de la arquitectura en procesos de ensayo", agregó.
En el diagrama del arquitecto español se pueden encontrar desde una parte dedicada a los recursos necesarios para consumir medios de comunicación, hasta la producción de carnes y verduras, pasando por el ocio, un aspecto de la vida de los habitantes del planeta que, según él, no debería implicar tanto desplazamiento.
"La arquitectura ha despreciado muchos de los recursos que en realidad son prioritarios. Se ha dado importancia a las estructuras, a las fachadas. Para mí es más importante trabajar con el detalle de los interiores, porque es ahí adonde se ha desplazado el verdadero espacio público", comentó Jaque.
Otro de esos proyectos de estudios de arquitectura invitados a la Bienal de Venecia es el de los también españoles Cristina Díaz y Efrén García, AMID CERO9, que en la Bienal de Venecia presentan su "Palacio del cerezo en flor", que ya se ha comenzado a construir en el Valle del Jerte de Extremadura tras ganar un concurso público organizado por el Gobierno de esa región de España.
La estructura, que retoma la inspiración de las creaciones de Antonio Gaudí en su cubierta (la idea original era hacerla con cerámica troceada), muestra una moderna construcción de carácter multifuncional que pretende servir para las celebraciones populares de la zona, desde la matanza del cerdo, hasta las romerías.
"El edificio es un edificio para la representación de la fiesta. Ha sido elegido para construirlo un sitio que está lejos de todos los pueblos del Valle del Jerte para no hacer feo a ninguno. La idea es convertirlo en referente de la fiesta", comentó a Efe Díaz.
Unos 1.000 metros cuadrados de edificio en tonos blanco y rojo, para simbolizar los dos colores que adopta la naturaleza del valle en épocas distintas del año, rompen con la estética de la zona, algo totalmente intencionado por parte de sus creadores y que, según ellos, los vecinos han recibido con los brazos abiertos.
España está representada además por Antón García Abril & Ensamble Studio, quien presenta varios de sus proyectos, entre ellos la Casa Hemeroscopio de la localidad de Las Rozas (Madrid), en una enorme sala en el Arsenal de Venecia que está presidida por dos gigantes vigas de hormigón que se cruzan.
También José Selgas y Lucía Cano, con su estudio Selgascano, participan en la Bienal con "Vacuum-packing", una obra en la que los españoles vuelven a recurrir al vacío para mostrar, envasados, algunos objetos acumulados en su oficina durante años, entre ellos cables y muestras de materiales.
La representación de estudios de Chile en Venecia la compone Pezo Von Ellrichshausen Architects, el estudio del chileno Mauricio Pezo y de la argentina Sofía Von Ellrichshausen que muestra su obra "Detached" con dos enormes fotografías de paisajes acompañadas de dos maquetas de construcciones con forma de cubo.
Y también los chilenos Smiljan Radic y Marcela Correa, quienes recurren al terremoto del pasado febrero en Chile para apostar por una pieza de granito natural perforada por madera de cedro que represente la necesidad de construir un futuro "protegido, perfumado y pacífico", según explican ellos mismos en una nota.