"Mobile Art. Experiencias móviles", que se podrá ver del 12 de mayo al 20 de junio, es una muestra pionera que se enmarca dentro del Festival Loop, dedicado al videoarte, y que incluye los trabajos de una quincena de artistas españoles e internacionales que han investigado en torno a las capacidades de estos pequeños aparatitos que permiten intervenciones inmediatas allí donde nos encontremos.
Junto a propuestas que utilizan la cámara fotográfica para narrar lo cotidiano como "365 days of phone.tography y DeChromaMe", del barcelonés Pere Cortacans, o las "Micrografías", con las que Javier Castañeda elabora un conglomerado urbano de sus viajes por el planeta (objeto en 2008 de la primera muestra individual a este soporte) se exhiben piezas más conceptuales.
Es el caso de "Connected Memories", una instalación de la brasileña Anaisa Franco, que confronta a dos cabezas de metacrilato colgadas del techo que se miran fijamente y cuyos cerebros son dos ordenadores con los que los espectadores se pueden comunicar por medio de "bluetooh", que van expresando su "estado anímico" gracias a la intensidad lumínica que desprenden, como un latido vital.
"La exposición no se ciñe al papel de herramienta del móvil, sino que ofrece el resultado de un trabajo de investigación, ejemplos de lo que supone su portabilidad, del valor estético que ofrecen sus cámaras, y la profunda capacidad de interacción que permiten entre el artista, su entorno y el resto de personas", ha explicado hoy la comisaria de la exposición, Lorea Iglesias.
La responsable de la selección apunta la doble vertiente que puede ofrecer el móvil a un artista curioso, por un lado su innegable indiscreción, y por otro la casi invisibilidad para captar el entorno que ofrecen estos terminales multitarea de reducido tamaño, con infinitas posibilidades técnicas.
"Es un arma espontánea e indiscreta, porque todo lo que hacemos puede ser grabado y publicado en Internet en pocos segundos, porque no olvidemos que casi todo el mundo lleva hoy en día un móvil encima", remarca Iglesias.
En este sentido, los promotores de la muestra, recuerdan que en España, con una población que supera los 47 millones de personas, existen ya más de 50 millones de líneas telefónicas móviles.
Entre las piezas que se podrán ver también en la exposición hay una de la rusa Olga Kisseleva, que estuvo presente en la pasada edición de ARCO y que trae a Barcelona "Cross worlds", una propuesta sobre la codificación de mensajes y su uso subliminal en la propaganda gubernamental.
"Mobile Art. Experiencias móviles" quiere ser una plataforma para dar visibilidad a estas iniciativas emergentes entorno a una herramienta que, en menos de dos décadas, ha cambiado la forma con la que muchos se enfrentan a la vida y sus relaciones sociales, y que ofrece un potencial artístico todavía desconocido.
Otros creadores presentes son el leridano Antoni Abad "Megafone.net", con una plataforma donde personas en riesgo de exclusión social expresan sus opiniones vía móvil -recogidas en un mapamundi-; el caraqueño Andrés Duque y su "Life between worlds not in fixed reality", o el "Train fantome" de la francesa Beatrice Valentine, que cuenta una historia en vídeo de forma no simultánea con deseos de generar una distorsión espacio temporal.